El magistrado del Tribunal Constitucional Alfredo Montoya ha presentado este miércoles su renuncia al cargo por motivos de salud.
Montoya, elegido miembro del TC en marzo de 2017 a propuesta del PP, sufrió un ictus hace casi un año que le ha tenido apartado de las funciones jurisdiccionales.
El presidente del tribunal, Pedro González-Trevijano, ha aceptado la renuncia, lo que incrementa la situación de interinidad del TC, ya que en estos momentos cuatro de sus miembros -entre ellos el propio González-Trevijano- están en prórroga de funciones tras terminar su mandato el pasado 12 de junio.
A esas cuatro vacantes se suma ahora la de Montoya, que fue elegido por el Senado. El nombramiento del magistrado que le sustituirá requiere, por tanto, el acuerdo del PSOE y del PP porque debe hacerse por una mayoría reforzada de tres quintos de la Cámara.
PSOE y PP no han sido capaces hasta el momento en ponerse de acuerdo sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial, en prórroga de mandato desde diciembre de 2018.
Dado que los socialistas culpan de la no renovación del CGPJ al PP, no es previsible que ahora faciliten la cobertura de la vacante creada por la baja de Alfredo Montoya.
El PP quedará, por tanto, con un magistrado menos de los que son propuestos por ese partido.
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