El grupo conservador del CGPJ cree tener 8 votos para frenar el ultimátum "vergonzoso" del Gobierno

El PSOE promovió en junio un cambio legal exprés para, rectificándose a sí mismo (en marzo de 2021 bloqueó con otra reforma urgente la nuclear competencia del CGPJ para elegir cargos discrecionales), forzar la designación por el Consejo de dos integrantes del TC.

Esos dos magistrados del tribunal de garantías tienen que incorporarse al TC junto a los dos miembros que corresponde designar de forma directa al Gobierno, que logrará así revertir la actual mayoría conservadora en el Constitucional por una mayoría progresista.

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Fuentes del grupo conservador del Consejo General del Poder Judicial creen tener ya los ocho votos justos para que en el pleno convocado para el próximo jueves las prisas del Gobierno por cambiar la mayoría dominante en el TC se vean frustradas.

El CGPJ está integrado en estos momentos por 18 vocales y el presidente, Carlos Lesmes. Diez de los consejeros fueron propuestos por el PP y ocho por el PSOE, IU y PNV. La elección de los miembros del TC exige una mayoría reforzada de tres quintos, equivalente a 12 votos.

En el sector minoritario, donde casi nunca ha reinado la unión, no hay esta vez fisuras: todos secundan el plan del Gobierno y se da por hecho que se pondrán de acuerdo para votar al unísono.

El presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ ha dejado claro en todo momento -lo volvió a repetir ayer- que, aunque no guste, la ley "hay que cumplirla". "Me opongo a que el CGPJ se declare en rebeldía en relación con la Constitución y la ley", ha dicho.

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Pero es precisamente "la defensa de la Constitución" ante una "ignominia legal" lo que esgrime la mayoría de los vocales conservadores, que no acaban de entender el "activismo" de Lesmes -buscando candidatos y hablando con unos y otros consejeros- para lograr en el seno del CGPJ un pacto que permita al Gobierno salirse con la suya.

Competencias 'de quita y pon'

Para estos consejeros, es la Constitución la que otorga al CGPJ las competencias que el Ejecutivo les ha quitado y que les son devueltas "a su conveniencia y parcialmente", "maltratando" no sólo al propio órgano de gobierno de los jueces sino, muy especialmente, al Tribunal Supremo.

El más alto órgano jurisdiccional está atravesando una situación difícil por la imposibilidad de cubrir las vacantes, que se acercan ya al 20% de su plantilla.

"En defensa de la Constitución, no nos negamos a elegir a los dos magistrados del Tribuna Constitucional, pero cuando podamos votar con plenitud, con todas las competencias. Lo que no podemos hacer es votar lo que nos dejen en interés del Gobierno y de un partido", argumentan.

La idea de estos consejeros es participar en la votación pero votar en blanco. Cumplirían, así, con la norma, que a su juicio les obliga a votar, pero que no puede obligarles a lograr un resultado. 

Recuerdan, este respecto, que también la ley obliga a las fuerzas políticas a renovar el CGPJ en un plazo y no lo han hecho.

Sin esos ocho vocales -José María Macías, José Antonio Ballesteros, Nuria Díaz Abad, Gerardo Martínez Tristán, María Ángeles Carmona, Carmen Llombart, Juan Manuel Fernández y Juan Martínez Moya- el próximo jueves no se alcanzará la mayoría de tres quintos exigida para proponer a los dos nuevos magistrados del TC.

Pero es una mayoría exigua que quedaría desactivada si un solo vocal cambia de criterio.

Los distintos sectores del CGPJ tienen previsto celebrar reuniones a partir de hoy y hasta el mismo jueves. El Consejo es un órgano complejo donde los pactos y compromisos adquiridos pueden cambiar un minuto antes de que comience el pleno, o salir al revés de lo que se piensa si al final hay 'traiciones'.

Hasta el momento, y aunque ha habido algunos contactos informales, los dos sectores no se han sentado a hablar, por lo que los nombres de los posibles candidatos aún están en el aire.