Veinticuatro horas después del órdago del presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, durante la solemne inauguración del curso judicial, planteando la posibilidad de renunciar al cargo si PSOE y PP no renuevan en las próximas semanas el Consejo General del Poder Judicial, esta institución se reúne para abordar por primera vez la elección de los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponde designar.
El contundente discurso de Lesmes sobre la urgente sustitución del CGPJ es compartido tanto en el Tribunal Supremo como en el Consejo. Pero éste, mientras espera que el Gobierno y el PP reaccionen, debe enfrentarse a un problema no menor: qué hacer con la devolución de la competencia para elegir a los dos nuevos miembros del Constitucional que, junto a los dos que corresponde nombrar directamente a Pedro Sánchez, instalarán una mayoría progresista en el tribunal de garantías para los próximos años.
En el CGPJ la elección tiene que hacerse por una mayoría reforzada de tres quintos, equivalente a 12 votos. Ni el sector conservador ni el grupo progresista alcanzan ese número por sí solos. Y el papel de Lesmes se revela fundamental: "El presidente es solo un voto, pero ahorma acuerdos. Y si se ve obligado a dimitir, bien porque no nos renueven, bien porque no nos devuelvan la competencia para hacer nombramientos también en el Tribunal Supremo, nos negaremos a renovar el TC", advierten desde el grupo mayoritario.
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El discurso del sector mayoritario no es, en este momento, la negativa a elegir a los dos magistrados del TC. Pero antes de llegar a la votación quieren que se concreten las reglas para hacerlo y rechazan, sobre todo, que el Gobierno les haya impuesto un plazo que termina el próximo martes.
Nadie espera en el CGPJ que el ultimátum de Moncloa vaya a funcionar. El sector minoritario, integrado por ocho consejeros propuestos por PSOE, IU y PNV, va a intentar este jueves que, una vez establecidas las reglas, se abra una negociación que permita votar a los nuevos miembros del TC antes del día 13.
Pero es improbable que eso se produzca porque al menos ocho vocales de la mayoría no están dispuestos a someterse a plazo alguno.
Tampoco el presidente del Poder Judicial quiere comprometer fechas y no está dispuesto a convocar al pleno de nuevo hasta que los vocales le garanticen que han alcanzado un acuerdo apoyado, como mínimo, por 12 votos.
Sin plazo
Lesmes considera que convocar un pleno tras otro sin garantía de acuerdo desgastaría una institución ya muy castigada y, además, sería una falta de respeto a los candidatos.
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La idea del presidente es no 'quemar' candidatos, pero tener en perspectiva la votación en un período "razonable" de pocas semanas, sin fijar una fecha determinada.
El sector mayoritario, que ha venido celebrando reuniones virtuales y presenciales en los últimos días, ha llegado a concretar cinco candidatos progresistas, sin decantarse por ahora por ninguno.
Todos ellos se han dirigido al CGPJ para manifestar su interés por ir al TC. Se trata del presidente de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, Jacobo López Barja de Quiroga; de los magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo José Manuel Bandrés, Ángeles Huet, Eduardo Espín y Pablo Lucas.
En el sector conservador se ha hablado de manera informal de multitud de nombres -alguno de ellos, ajeno al Tribunal Supremo- pero deliberadamente no se ha concretado lista alguna. "Habrá tiempo, no es el momento", afirman.
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