El magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha comunicado a los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que no deben contar con él como posible candidato al Tribunal Constitucional.
Esta vez lo ha hecho a través de un mensaje escrito -semanas atrás dio la misma respuesta de forma verbal a algunos miembros de CGPJ- al llegarle rumores interesados y erróneos de que sería el candidato 'tapado' de algún consejero que afloraría su nombre cuando conviniera, para superar las dificultades del sector conservador del Consejo en encontrar aspirantes incontestables al TC.
"Por si habías pensado en ello o te ha llegado alguna noticia confusa, te aclaro que no tengo interés en ser candidato para las vacantes del TC", indica Llarena en su mensaje a los vocales.
El instructor de la causa del 'procés' considera que en una situación de bloqueo en la renovación del CGPJ y a la vista de la reforma legal que promovió el Gobierno por la que se impide al Consejo realizar nombramientos judiciales discrecionales, la salida de un magistrado del TS "hace que el Tribunal Supremo se debilite todavía más".
El argumento incide en uno de los problemas que está teniendo el actual proceso de renovación parcial del TC, en el que dos nuevos magistrados deben ser designados por el Gobierno y otros dos por el Consejo General del Poder Judicial.
Esta institución siempre ha enviado al Constitucional a magistrados del Tribunal Supremo, el más alto órgano del Poder Judicial. Pero en la situación actual, ya con 14 vacantes en el TS que no pueden ser cubiertas, designar a jueces del Supremo para ir al TC supone "desvestir a un santo para vestir a otro, cuando se da la circunstancia de que el Constitucional está funcionando normalmente y el que tiene problemas de falta de magistrados es el TS", explica un vocal.
El Tribunal Constitucional tiene sin resolver desde hace un año y medio recursos de incontitucionalidad interpuestos contra la retricción de las competencias del CGPJ.
Desconcierto
El presidente del Consejo, Carlos Lesmes, ha introducido en el orden de día del Pleno ordinario convocado para el próximo jueves la elección de los magistrados del TC. El movimiento ha desconcertado a los dos sectores del Consejo, que están en plena negociación de los nombres y habían comunicado a Lesmes que no habrá acuerdo para antes del día 29.
"No sabemos a qué juega el presidente. ¿Quiere interferir o ayudar?", se pregunta un relevante miembro del sector progresista.
La minoría mantiene una actitud conciliadora tras haber obtenido garantías sobre el "firme compromiso" del sector mayoritario de realizar los nombramientos, algo que han expresado, además, públicamente.
De ahí que la iniciativa unilateral de Lesmes de introducir la elección para el próximo pleno sin que aún haya pacto entre los dos sectores del órgano haya molestado.
El malestar se ve alimentado por una segunda decisión del presidente de llevar al Pleno el informe, adelantado por EL ESPAÑOL, sobre su eventual sustitución al frente del Tribunal Supremo y del CGPJ.
"No estábamos informados de esto, que nos parece precipitado y con una solución jurídica muy discutible", dicen desde la minoría.
"Es al Pleno, y no al presidente, al que corresponde pronunciarse sobre su sustitución", señalan desde la mayoría.
Muchos en el CGPJ están en desacuerdo con que Lesmes dimita. "El presidente no puede hacer dejación de funciones y menos en un momento tan crítico para la institución. También los vocales estamos hartos, pero no abandonamos el barco", afirma un vocal de la minoría.
[Lesmes pide un informe técnico sobre quién le sustituirá si dimite al frente del Poder Judicial]
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos