Julián Peribáñez, exdetective de Método 3, ha declarado este martes como perjudicado en la Audiencia Nacional en el marco de la pieza número 27 del caso Villarejo, relativa a la llamada Operación Cataluña.
En su comparecencia, ha desmentido los principales extremos de la denuncia presentada por el que fuera el máximo responsable de la agencia de detectives, Francisco Marco, que provocó la apertura de esta pieza.
Así lo confirman a EL ESPAÑOL fuentes presentes en el interrogatorio. A pesar del enfrentamiento entre ambos investigadores privados, los dos constan como perjudicados en esta pieza de la macrocausa.
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En su denuncia, Francisco Marco sostenía que el comisario José Manuel Villarejo puso en marcha la operación policial contra Método 3 —utilizando como pretexto la grabación a Alicia Sánchez-Camacho y Alicia Álvarez en el restaurante La Camarga— para apropiarse de sus expedientes, ya que esta empresa hacía la competencia a su propia agencia de investigación, Cenyt.
Además, Marco afirma que el detective Julián Peribáñez robó documentación confidencial de las oficinas de Método 3, que acabó en manos del comisario Villarejo.
Peribáñez ha recordado en su declaración que su exjefe ya le acusó de llevarse documentos de la agencia de detectives, en sendas denuncias presentadas en los Juzgados de Instrucción números 22 y 32 de Barcelona, que fueron archivadas.
Pero, además, Marco también había denunciado en 2013 a su propio excuñado y jefe de informática de Método 3, Rafael Riera, por supuesto espionaje: le acusaba de haber instado un software espía en la red de la agencia de detectives, que desviaba todos sus correos electrónicos a un servidor externo.
Por otro lado, según ha recordado Peribáñez en su declaración, Método 3 había entrado en liquidación y había despedido a casi toda su plantilla en octubre de 2012 por problemas económicos, meses antes de que se desencadenara la operación policial contra la agencia de detectives, efectuada en febrero de 2013.
Por tanto, tal y como ha argumentado este martes, es inverosímil que el comisario Villarejo pusiera en marcha esta operación para destruir la agencia de detectives, que ya estaba en proceso de liquidación. La operación policial no fue dirigida por Villarejo, sino por el entonces jefe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía, Marcelino Martín Blas.
Julián Peribáñez ha denunciado ante el juez lo que considera una artimaña legal de Francisco Marco para impulsar esta causa.
Marco presentó el pasado mes de septiembre ante la Audiencia una grabación publicada el 28 de agosto por un diario independentista, en la que otro exdetective de Método 3, Antonio Tamarit, negociaba, supuestamente, vender a Villarejo expedientes de la agencia de detectives.
Antes, el pasado mes de junio, Marco ofreció una entrevista a TV3, en la que presumió de tener en su poder dicha grabación; es decir, dos meses antes de su publicación en prensa. De este modo, tal y como ha expuesto Julián Peribáñez, el antiguo jefe de Método 3 habría utilizado el subterfugio de filtrar la grabación al diario independentista, con el fin de presentarla luego como prueba sin tener que explicar al juez cómo llegó a sus manos.
A preguntas de las partes, Julián Peribáñez también ha manifestado que su exsocio Antonio Tamarit sustrajo ilegalmente varios correos de su cuenta de e-mail, que Francisco Marco incorporó como pruebas a la denuncia que dio pie a esta pieza 27 del caso Villarejo.
Por estos hechos, Peribáñez ya ha denunciado tanto a Tamarit como a Marco, considerándolos autores de un presunto delito de revelación de secretos, en una causa que, como avanzó en exclusiva EL ESPAÑOL, ya investiga el Juzgado de Instrucción número 8 del Barcelona.
Este martes, a preguntas del abogado de José Manuel Villarejo, Julián Peribáñez ha indicado que la nueva sociedad de Francisco Marco ha registrado en los últimos ejercicios una elevada cifra de facturación, que no se corresponde con la actividad ordinaria de una agencia de detectives.
Peribáñez lo atribuye a la estrecha amistad que Marco mantiene con Cristóbal Martell, abogado de la familia Pujol, que, a su juicio, podría haber instigado la denuncia que dio pie a la apertura de esa pieza del caso Villarejo.
La Camarga
El Juzgado Central de Instrucción número 6 abrió la pieza 27 del caso Villarejo tras la denuncia interpuesta por Francisco Marco, quien sostenía que Peribáñez fue confidente de Villarejo y que este último se benefició del registro policial efectuado en 2013 en la sede barcelonesa de Método 3.
En aquella operación, fueron detenidos tanto Marco como Peribáñez, y registrados los domicilios de cada uno de ellos. Aquellos registros se derivaron del llamado caso La Camarga.
Éste es el nombre del restaurante en el que fue grabada una conversación de la entonces líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, con Victoria Álvarez, la expareja del primogénito de Jordi Pujol, expresidente de Cataluña. Método 3 recibió el encargo de grabar aquella charla, mediante un dispositivo colocado en un florero entre ambas comensales.
En dicha comida, Álvarez contó a Sánchez-Camacho detalles de su relación con Jordi Pujol Ferrusola, que habrían incluido aspectos sobre la posible comisión de delitos de blanqueo de capitales.
Todo ello ocurrió en el marco de la llamada Operación Cataluña, el supuesto dispositivo parapolicial que trató de desestabilizar al independentismo catalán y en el que habría participado Villarejo. No obstante, la política del PP aseguró que desconocía todas estas maniobras policiales.
Registro a Método 3
La investigación sobre el caso La Camarga fue archivada por un juzgado barcelonés, pero, posteriormente, Francisco Marco presentó en la Audiencia Nacional una denuncia contra Villarejo por esas entradas y registros, las detenciones y las filtraciones a medios de comunicación de supuesta información falsa sobre esa grabación.
También acusaba a su extrabajador, Peribáñez, de haber colaborado con el excomisario mientras trabajaba en la agencia, algo que éste ha negado este martes ante el juez.
A juicio de Marco, Villarejo trató, interviniendo la planificación de aquel registro, de liquidar a un rival empresarial —el comisario hoy jubilado también ofrecía labores de investigación a través de su empresa Cenyt— y, además, de conseguir información de las pesquisas desarrolladas por Método 3; especialmente, las vinculadas al independentismo catalán.
Asimismo, tal y como relata el detective en su libro sobre el excomisario La España inventada, Villarejo se enfrentó, en los años 90, a la madre de Marco, Marita Fernández, también investigadora privada.
'Operación Cataluña'
En 2017, Peribáñez compareció en la comisión de investigación del Parlament catalán sobre la Operación Cataluña. Allí, tachó de "ilegal" el encargo de grabar la conversación entre Camacho y Álvarez en La Camarga y reveló que se trató de un encargo de José Zaragoza, exsecretario de Organización de los socialistas catalanes, pagada por el PSC.
En un escrito registrado el pasado 28 de julio, la Fiscalía pidió al juez el archivo de la pieza 27 del caso Tándem (apodado caso Villarejo). El Ministerio Público considera que los hechos que se investigan son coincidentes con los de la pieza denominada Land, otra de las que componen la macrocausa y que ha sido recientemente juzgada, estando actualmente a la espera de sentencia. En ella, también figura como perjudicado Francisco Marco.
Sin embargo, el magistrado Manuel García-Castellón, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, decidió aplazar esta decisión hasta no haber escuchado al exdetective de Método 3.
Peribáñez también avanza que en los próximos días tiene previsto presentar en la Audiencia Nacional un escrito en el que pedirá a García-Castellón que deduzca testimonio de Francisco Marco por falsa denuncia y falso testimonio.