Javier Biosca, el principal investigado por la presunta estafa con criptomonedas cometida por el grupo empresarial Algorithms que investiga la Audiencia Nacional, ha aparecido muerto en Estepona.
Fuentes policiales confirman a EL ESPAÑOL que el cripto-bróker se ha precipitado desde el balcón del quinto piso de un hotel de la localidad malagueña. El establecimiento está ubicado en la lujosa urbanización de Valle Romano.
Por el momento, se desconocen las causas exactas del deceso, ocurrido sobre las once de la mañana de este martes.
Biosca estaba en libertad desde hacía tres semanas, después de haber aportado la fianza de un millón de euros que le solicitó el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Alejandro Abascal.
La Audiencia Nacional investiga esta supuesta cripto-estafa cometida por Algorithms Group, compañía al frente de la cual se encontraba Biosca. En su declaración ante el juez, éste negó que tuviese intención de engañar a nadie con sus negocios.
En esta causa, también están imputados la mujer del fallecido y el hijo de ambos. Todos ellos, por los mismos delitos, entre los que se encuentran blanqueo de capitales, estafa, falsedad documental y apropiación indebida.
La Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas, presidida por la letrada Emilia Zaballos, representa a más de 700 afectados en este proceso. También está presente en otros casos similares.
Mediante un escrito, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, esta acusación ha pedido al Juzgado que requiera el certificado médico de defunción y que paralice la incineración del cadáver hasta que sea sometido a una autopsia que aclare los motivos de la muerte.
El documento, que sí apunta a un suicidio, también subraya las supuestas "amenazas" que habría sufrido Javier Biosca por parte de grupos criminales, con los que habría estado vinculado a través de sus negocios de criptomonedas.
800 millones
La abogada Emilia Zaballos cifra en más de 800 millones de euros esta supuesta estafa piramidal, lo que la convertiría en la de mayor cuantía cometida en España mediante monedas virtuales.
El pasado junio, Biosca trató de aportar al Juzgado, como aval, el Palacio de Pendueles. Se trata de un palacete asturiano en ruinas, datado a finales del siglo XIX. Tal y como avanzó EL ESPAÑOL, el magistrado lo rechazó.
Finalmente, el pasado octubre, a través de un nuevo fiador, presentó un millón de euros en efectivo, lo que le permitió recuperar la libertad provisional de la que disfrutaba hasta este martes. Dicha cantidad fue la solicitada por la Fiscalía. El Ministerio Público la consideró "proporcional" para asegurar que el imputado no huyese de España.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), en su artículo 115, indica que "la acción penal se extingue por la muerte del culpable". No obstante, por la vía civil, aún se podría reclamar a sus herederos la responsabilidad económica derivada de los posibles delitos.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la Asociación de Afectados por la Inversión en Criptomonedas ha conocido la muerte de Biosca a través de una de las víctimas de la supuesta estafa, residente en la Costa del Sol, que alertó de ese rumor en uno de los canales online que Zaballos mantiene con sus clientes.
Rápidamente, la abogada y su equipo consultaron a los letrados defensores del Rey de las criptomonedas, y éstos, a su vez, contactaron con el hijo de Biosca.
Fue este último, según las fuentes consultadas, el que confirmó que era cierto, que su padre había muerto. También les contó que la mujer del fallecido estaba ingresada a raíz del shock traumático provocado por los hechos.