La Guardia Civil señala a nueve jefes de ETA por el atentado del año 2000 que mató al juez Querol
Un informe del Instituto Armado apunta a los miembros de la cúpula etarra por diseñar el ataque y cifra en mil los militantes de ETA en esas fechas.
28 noviembre, 2022 08:48Un informe de la Guardia Civil apunta a nueve exjefes de ETA por el atentado que, en el año 2000, acabó con la vida del general togado, magistrado de la Sala Quinta del Tribunal Supremo y vicealmirante de la Armada José Francisco de Querol Lombardero.
También fueron asesinados su chófer y su escolta. Y, consecuencia de las heridas provocadas por la explosión del coche-bomba, murió un conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid. Más de 60 personas resultaron heridas y 400 viviendas sufrieron daños severos.
De más de 300 folios y fechado el pasado día 18, este dosier policial, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, ya ha sido enviado al juez de la Audiencia Nacional que investiga este caso, Santiago Pedraz, titular del Juzgado Central de Instrucción número 5.
[La Audiencia Nacional investiga a la cúpula de ETA en el año 2000 por el atentado contra un juez]
Concretamente, el informe señala a los siguientes miembros de la cúpula de ETA en el año 2000, cuando se produjo el atentado: Ignacio Miguel Gracia Arregui (alias Iñaki de Rentería), Asier Oyarzábal (Baltza), Vicente Goicoechea (Willy), María Soledad Iparraguirre (Anboto), Javier García Gaztelu (Txapote), Juan Antonio Olarra Guridi (Jokin), Ainhoa Múgica (Olga), Ramón Sagarzazu (Txango) y Miguel Albisu Iriarte (Mikel Antza).
Esta causa se inició tras la admisión a trámite de una querella presentada por Miguel Ángel Rodríguez Arias, abogado de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia, que apuntaba contra todos ellos por ser miembros de la zuba (comité ejecutivo de la banda terrorista).
Y, por tanto, como responsables de ordenar y planificar los ataques; una especie de autores intelectuales de los mismos, dado el "carácter jerárquico" de ETA.
Según subraya la Jefatura de Información UCE-1 de la Guardia Civil, los nueve jefes, "en su calidad de miembros de la estructura dirigente, habrían participado en el diseño, dirección, seguimiento, facilitación de medios e impartición de las órdenes oportunas para la materialización de la acción terrorista".
El atentado con el que asesinó a Querol Lombadero fue asumido por ETA a través de un comunicado publicado íntegramente en euskera en el diario Gara, en su edición del 19 de noviembre del 2000.
El ataque fue cometido por el denominado comando Madrid. La querella de Dignidad y Justicia señalaba a Gorka Palacios Alday como responsable de este grupo. El informe de la Guardia Civil también cifra en unos mil los militantes de ETA entre 1999 y 2002.
La causa
En septiembre de 2016, la Audiencia Nacional ordenó al juez José de la Mata la reapertura, por cuarta vez, del sumario sobre el atentado que acabó con la vida del juez Querol, tras una petición de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
El caso se archivó, por primera vez, en 2003 por falta de autores conocidos, pero en 2006 se reabrió y unos meses más tarde se volvió a cerrar. Ocho años después, en 2014, se abrió de nuevo para investigar los restos del coche-bomba.
En 2015, a petición de la AVT, se volvió a abrir y se acordaron una serie de diligencias periciales. Se archivó otra vez, hasta su última reapertura, en 2016. En 2022, el juez Pedraz, que sustituyó a De la Mata en el Juzgado Central de Instrucción 5, admitió a trámite la querella de Dignidad y Justicia.
La asociación de víctimas, presidida por Daniel Portero, pretende impulsar una nueva estrategia jurídica para la persecución de crímenes impunes cometidos por la banda terrorista, tratando de llevar al banquillo a los jefes de la banda, a los que tacha de "presuntos autores detrás del autor" y que, a su juicio, serían posibles corresponsables de haber segado más de seis decenas de vidas entre 1990 y 2009.
"[Los líderes de ETA] son más autores que los propios ejecutores finales de los asesinatos. Porque si el ejecutor final no asesinaba podía ser sustituido por otro, eran fungibles, intercambiables, y la víctima no se salvaba. Pero si la zuba acordaba detener una campaña de asesinatos, los ejecutores fungibles se detenían y eso sí salvaba a la víctima", resumió Portero ante la delegación del Parlamento Europeo que visitó España en noviembre de 2021 para interesarse por los crímenes impunes de ETA.
El atentado
Pasadas las nueve de la mañana del 30 de octubre del año 2000, la banda terrorista acababa con la vida del magistrado de Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo, el general tarraconense José Francisco de Querol y Lombardero (69 años), así como de sus acompañantes en el coche: el policía Jesús Escudero García (53) y el chófer Armando Medina Sánchez (57).
Los terroristas hicieron explotar, mediante un detonador con mando a distancia, un coche-bomba en la madrileña Avenida de Badajoz. El vehículo había sido robado y tenía en su interior cerca de 40 kilos de dinamita y grandes cantidades de metralla.
El atentado también hirió de gravedad a Jesús Sánchez Martínez, conductor de un autobús municipal, quien fallecería tiempo más tarde.
Poco antes del atentado, en mayo de 1999, se produjo en Zúrich (Suiza) un encuentro entre representantes del Gobierno de España y miembros de ETA, pero no se logró llegar a ningún acuerdo.
Tras el fracaso de las negociaciones, el 28 de noviembre de 1999, la banda anunció en un comunicado el final alto el fuego y la reanudación de sus actividades terroristas.
La primera víctima mortal de esta nueva etapa se produjo el 21 de enero de 2000 en Madrid. Al igual que en el atentado contra el juez Querol, también se produjo en la capital de España, mediante un coche bomba y tuvo como víctima mortal a un alto militar, el teniente coronel del Ejército de Tierra Pedro Antonio Blanco García.