José Luis Calama, el juez de la Audiencia Nacional que investiga el envío de cartas explosivas a, entre otros, el presidente del Gobierno, la ministra de Defensa Margarita Robles o las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid ha citado como testigos a los responsables de seguridad de estos organismos.
Así lo confirman fuentes jurídicas a EL ESPAÑOL. Los interrogatorios se celebrarán el próximo 22 de diciembre a partir de las 9.30 horas.
Tal y como publicó EL ESPAÑOL, la Policía sospecha que todos los paquetes explosivos fueron enviados por la misma persona y desde la provincia de Valladolid. Según ha podido saber este periódico, el magistrado también ha encargado a los agentes que amplíen sus gestiones para concretar la localización del emisor.
[El autor de las seis cartas bomba contra Ucrania las envió desde la provincia de Valladolid]
El juez Calama, titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, es el encargado instruir la causa, que acumula las seis amenazas.
Todos los envíos se dirigieron a Madrid, excepto el que fue remitido a la fábrica de Zaragoza de Instalaza, la empresa que fabrica los lanzacohetes que las Fuerzas Armadas españolas enviaron a las tropas del presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
Por el momento, no hay ninguna persona identificada como posible responsable de los hechos. "La investigación policial, en estos momentos, dista de estar encauzada en torno a una hipótesis concreta", indicaron recientemente fuentes de la Audiencia Nacional.
La Policía también ha indagado entre los sectores prorrusos de España. Además de la carta explosiva recibida en la Embajada de Ucrania en Madrid, la misma institución recibió horas después otro paquete, con manchas de sangre en el exterior, que contenía el ojo aplastado de un animal, pero ninguna sustancia incendiaria.
Otras embajadas repartidas por Europa han recibido envíos similares, con restos de animales. Hace dos semanas, el ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska envió una misiva a sus socios comunitarios y a la Comisión Europea en la que advertía de que las seis cartas explosivas "podrían estar relacionadas con la invasión de Ucrania por parte de Rusia".
Cartas iguales
Las seis cartas explosivas presentan características similares: tienen la misma caligrafía, son del mismo color, fueron enviadas desde el mismo lugar y en ellas se halló pólvora y metralla. No había ninguna nota en su interior.
Según las fuentes de la investigación consultadas por EL ESPAÑOL, los datos iniciales llevan a pensar en que el plan pudo ser ejecutado e ideado por un solo individuo. Nada haría sospechar por el momento que existiera una estructura operativa y logística más compleja detrás de estos envíos.