La defensa del asesino de Algeciras niega que sea yihadista y pone en duda su equilibrio mental
En el recurso contra su ingreso en prisión provisional, su abogada acepta que sea sometido a un examen psicológico, que el juez ya ha ordenado.
2 febrero, 2023 02:34La defensa de Yassine Kanjaa pone en duda que el atentado por el que este marroquí de 25 años fue detenido hace una semana en Algeciras pueda ser considerado como terrorismo yihadista.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, así lo ha manifestado su abogada en el recurso en el que ha solicitado que Kanjaa sea puesto en libertad. Este lunes, el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea, a petición de la Fiscalía, envió a prisión provisional al joven tras tomarle declaración durante casi dos horas.
La letrada que le asiste —de oficio— ha recurrido esta decisión. En el mismo escrito, también se muestra favorable a que Yassine sea sometido a un examen psicológico, que el juez ya ha ordenado.
En su recurso, la defensa del detenido señala que, de no ser considerado el ataque como yihadismo, la Audiencia Nacional —que es el único órgano judicial competente para investigar delitos de terrorismo— debería inhibirse ante un juzgado de Algeciras.
No obstante, por el momento, tanto la Policía Nacional como la Fiscalía sí apuntan a un móvil yihadista. Kanjaa fue detenido después de asesinar a machetazos a un sacristán y herir a otras cuatro personas; entre ellas, un párroco. La causa continúa bajo secreto de sumario.
A la hora de mandarle a prisión, el juez Gadea sí reseñó que el supuesto yihadista atacó, expresamente, a sacerdotes y a un marroquí, al que encontró en la calle, al que consideró "un infiel", ya que creía que se había convertido al cristianismo.
Es por ello que el magistrado le atribuye los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas, que podrían conllevar la prisión permanente revisable.
Por el momento, el juez considera que Kanjaa actuó solo, como un lobo solitario, que se habría autorradicalizado de forma "rápida", en poco más de un mes. Y cree que no estaría respaldado por ningún grupo terrorista, más allá estar influido por los dogmas de la versión más radical del islamismo.
Sin embargo, como ha informado EL ESPAÑOL, la Policía continúa analizando los dispositivos electrónicos que le fueron incautados al detenido en busca de posibles cómplices. O, por contra, para confirmar que actuó en solitario.
Ya había sido identificado
Yassine Kanjaa, de 25 años, fue arrestado el pasado jueves en la ciudad gaditana tras, presuntamente, haber matado con un machete a un sacristán y herido a otras cuatro personas.
Carecía de los papeles necesarios para residir en España y tenía una orden de expulsión a Marruecos desde hace siete meses, que el Ministerio de Interior aún no había ejecutado. Tal y como ha publicado este periódico, de todas las órdenes dictadas, apenas un 4% de ellas llegan a efectuarse.
Este presunto yihadista ya había sido identificado y detenido el pasado mes de junio en Algeciras. La Policía comprobó que no llevaba documentación de ningún tipo que le permitiera residir en España. Automáticamente, se iniciaron los trámites para expulsarle a Marruecos, su país de origen. Un expediente que se hizo, según Interior, "con todas las garantías", pero que nunca llegó a ejecutarse.
Cuando cometió el atentado, no estaba siendo vigilado por los grupos de Información de la Policía Nacional, dedicados a la lucha antiterrorista, ni por parte de otras unidades policiales. A los agentes, en estos momentos, no les consta cómo entró en España ni cuándo.
Antes, en agosto de 2019, consiguió ingresar, montado en moto acuática, en Gibraltar. Tras ser arrestado por las autoridades gibraltareñas, el 2 de agosto de ese año, fue expulsado a Marruecos apenas una semana después. Y en una fecha indeterminada, pero posterior a estos últimos hechos, entró en España.
Yassine Kanjaa nació en octubre de 1997 en Marruecos. Llevaba meses viviendo como okupa en un piso de la calle Ruiz Ragle, muy cerca del centro de Algeciras y a apenas 90 metros de la iglesia donde cometió el atentado. Compartía casa con otras cuatro personas de origen magrebí.
Cuando éstas fueron interrogadas, confirmaron que el comportamiento de Kanjaa había sido "normal" hasta hacía poco más de un mes. Sus compañeros de piso señalaron que el detenido, hasta un tiempo atrás, bebía alcohol y fumaba hachís, pero que empezó a escuchar de manera asidua versos del Corán a través de su móvil.