"Perdón, pero tengo que hacerlo". Éstas fueron las palabras que un agresor sexual pronunció, la tarde del 17 de septiembre de 2018, antes de violar a su víctima, una menor de edad que tenía, entonces, 14 años. Así consta en una sentencia de la Audiencia Provincial de La Coruña.
Ahora, en aplicación de la Ley del sólo sí es sí, el mismo organismo reduce su condena en dieciocho meses. Desde los nueve años de cárcel que le impuso en un principio hasta sólo siete y medio. Con él, son ya más de 460 los delincuentes sexuales beneficiados por la norma estrella del Ministerio de Igualdad de Irene Montero.
Según narra el relato de hechos probados de la sentencia, el acusado, mayor de edad, llevó a la menor, con la que compartía vecindario, a una tienda, donde compró una botella de whisky y un refresco de limón. Luego, ambos acudieron a un descampado cerrado, rodeado por una alambrada.
Allí, el agresor "insistió a la menor para que bebiera". A pesar de los constantes ofrecimientos de él, la joven tan sólo consumió una copa. "Con ánimo de satisfacer sus instintos libidinosos, [el acusado] intentó besar y aproximarse a la perjudicada, llegando ella a apartarle en varias ocasiones, rechazándole, manifestándole su deseo de irse del lugar", relata la resolución. La niña trató de escapar de aquel lugar y preguntó al acusado cómo podía salir.
"En ese momento, con evidente ánimo de satisfacer dichos instintos, [el condenado] la empuja, cayendo [ella] al suelo. Aprovecha esta circunstancia (...) para ponerse encima de ella, y diciéndole: 'Perdón, pero tengo que hacerlo', le baja los pantalones y las bragas", añade la resolución. El acusado llegó a penetrarla vaginalmente. De hecho, la sentencia señala que la menor contrajo clamidia, una enfermedad de transmisión sexual.
Tras haberla violado, el acusado llegó a "perseguirla y agarrarla por el cuello, diciéndole que se tenía que quedar". La niña logró salir del descampado a través de un agujero de la alambrada que lo circundaba. Posteriormente, localizó un bar cercano y pidió llamar a la Policía. La menor sufrió "un elevado nivel de ansiedad", estrés postraumático y ansiedad tras lo ocurrido.
El acusado reconoció en el juicio todos los hechos y pidió perdón por su comportamiento. La sentencia también señala que la instrucción de esta causa se alargó más de lo debido, ya que la jueza instructora, en enero de 2019, solicitó un informe psicológico sobre el entonces imputado. Y no fue entregado al Juzgado hasta el 4 de septiembre de 2020.
Por ello, la Audiencia Provincial coruñesa impuso al acusado la pena de 9 años de prisión, por la agresión sexual con penetración a menor de edad, con las atenuantes de reparación del daño y de dilaciones indebidas. También le condenó a indemnizar a la víctima con 20.000 euros. Ahora, la aplicación de la Ley del sí es sí, que modifica a la baja los castigos para éstos y otros delitos, reduce en año y medio esta condena.