La Fiscalía dice que el espionaje a Bárcenas contó con "el acuerdo pleno" del exministro Fernández Díaz

La Fiscalía Anticorrupción cree que el supuesto espionaje parapolicial contra el extesorero del PP Luis Bárcenas contó con el "acuerdo pleno" del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

Así lo señala en su escrito de acusación en esta causa, denominada Kitchen, una de las piezas que compone el caso Villarejo. El documento ya ha sido enviado al juez de la Audiencia Nacional que la ha investigado y en él el Ministerio Público pide 15 años de prisión para Fernández Díaz, miembro del Gobierno de Mariano Rajoy.

En total, Anticorrupción solicita penas que superan los 106 años para los ocho encausados, entre los que se incluyen el comisario jubilado José Manuel Villarejo, Sergio Ríos —antiguo chófer de Bárcenas y de su esposa— y Eugenio Pino, quien fuese director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional. También figura en esta lista Francisco Martínez, número dos de Interior.

"Para llevar a cabo la ilegítima operación de inteligencia (...), la DAO, con Eugenio Pino al frente, y con el acuerdo pleno de los encausados Jorge Fernández Díaz, ministro
del Interior, y Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad, se contactó con el encausado Sergio Ríos, quien desde principios del año 2013 y hasta septiembre de 2014 trabajó como conductor de absoluta confianza de la familia Bárcenas", reza el escrito de acusación de Anticorrupción, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

Según narra el documento, Sergio Ríos entregó al mando policial Enrique García Castaño —también encausado— dos teléfonos móviles y una tablet que pertenecían a Luis Bárcenas y que éste tenía guardadas en su domicilio. Ambos —prosigue el informe— se dirigieron a una cafetería de la madrileña calle Velázquez y allí, "asistidos por agentes que no tenían conocimiento de los hechos objeto de esta causa", efectuaron un volcado de los datos de los tres dispositivos electrónicos.

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Extrajeron "numerosos mensajes de texto y correos electrónicos que Luis
Bárcenas había intercambiado con diferentes interlocutores, así como los contactos que tenía almacenados en los mismos". Dicha información, copiada en un pendrive, "fue facilitada a continuación por Enrique García Castaño a los encausados Francisco Martínez y Jorge Fernández Díaz", señala Anticorrupción.

El Ministerio Público también subraya en su escrito que las vigilancias contra Bárcenas y su entorno fueron efectuadas, bajo las directrices de Pino y García Castaño, por parte de agentes adscritos al Área Especial de Seguimientos de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), "llegando a participar en ellas ocho inspectores jefes de grupo, dos subinspectores, ocho oficiales de Policía y 52 agentes".

Luis Bárcenas, en una imagen de archivo. Efe

El objetivo de estos seguimientos habría sido el de "obtener documentación e información patrimonial —incluidos testaferros— o de cualquier otra índole sobre el entorno de Luis Bárcenas, a fin de impedir que, en el caso de ser comprometedora para el Partido Popular y sus dirigentes", llegara a manos del juez de la Audiencia Nacional que investigaba por entonces el caso Gürtel.