El Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha avalado la entrega a Estados Unidos del veinteañero acusado de haber hackeado las cuentas de Twitter de, entre otras personalidades, Joseph Biden, Barack Obama o Bill Gates.
El país norteamericano también pretende juzgarle por, supuestamente, haber extorsionado a una persona a través de redes sociales y cometido robos a través de Internet.
En sintonía con la Fiscalía, los magistrados han desestimado el recurso presentado por Joseph James O'Connor, que utilizaba el nickname de Plugwalk Joe. Así consta en un auto fechado el pasado 22 de marzo.
El abogado del joven británico se había opuesto a la decisión de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, que, el pasado 8 de febrero, acordó entregar al joven a EEUU por catorce cargos criminales en aquel país. En España, equivaldrían a delitos de descubrimiento y revelación de secretos, pertenencia a organización criminal, extorsión, acceso ilícito a sistemas informáticos, estafa informática y blanqueo de capitales.
El letrado de O'Connor alegó "indefensión" de su cliente en las vistas extradicionales y solicitaba que volviera a celebrarse otra, "con antelación suficiente para su preparación". Sin embargo, los jueces subrayan que "nada de lo alegado en el recurso supone (...) causa que haya impedido el efectivo desarrollo en el presente caso del derecho de defensa y asistencia técnica del reclamado". Y avalan así la entrega del joven a EEUU.
"No hay causa, pues, para privar de validez a las vistas celebradas, ni para obligar a su reiteración, con el consiguiente perjuicio que ello supondría al reclamado, preso (…) por este expediente extradicional", concluye la resolución del Pleno.
En las vistas extradicionales celebradas en la Audiencia Nacional, la defensa del joven alegó reiteradamente "indefensión", debido a que su abogado, según manifestó, no pudo reunirse con O'Connor para preparar uno de estos actos, debido a que el joven estaba confinado por Covid-19.
Por otro lado, el letrado trató de frenar la entrega a EEUU de Joseph James, ya que éste es ciudadano británico y el Reino Unido ya no forma parte de la Unión Europea. De hecho, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal acordó, en marzo de 2022, plantear al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) una cuestión prejudicial para que el TJUE aclarase las pautas a seguir para la extradición de un ciudadano británico tras el Brexit.
Por el momento, no se ha pronunciado todavía. Aunque es probable que lo haga pronto, ya que tiene fechada su deliberación para abril de 2023. Sin embargo, el Pleno de la Sala de lo Penal ha optado, por unanimidad, por no esperar a la decisión del TJUE y avalar la extradición del joven.
"Ciertamente, la situación de prisión provisional extradicional por este expediente que padece el reclamado desde el 22 de julio de 2021 obliga a la tramitación y resolución del expediente en esta sede jurisdiccional con la mayor premura y a la mayor brevedad posibles", señala el auto, que recuerda que Reino Unido no reclama a O' Connor por estos hechos.
"A criterio del Pleno, diferir la deliberación y resolución del recurso de súplica (...) supondría una dilación absolutamente injustificada y contraria al interés del reclamado preso, por lo que no ha lugar a acordar el aplazamiento solicitado por la representación de éste", añade.
La detención
O'Connor fue arrestado en julio de 2021 por la Policía Nacional cuando tenía 22 años de edad, tras una investigación que también implicó al FBI, al servicio secreto estadounidense y a las autoridades británicas.
Tras meses de pesquisas, a quien los agentes españoles encontraron detrás del alias PlugWalkJoe fue a este joven británico, vestido con camiseta deportiva, pantalón corto, calcetines blancos y chanclas.
Le localizaron en Estepona, frente a las tres pantallas de su potente y caro ordenador, en una vivienda de una lujosa urbanización de la Costa del Sol, donde vivía solo y casi recluido, alimentándose únicamente mediante comida a domicilio y dedicando la mayor parte de su tiempo al juego online y las bitcoins.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, además de los expresidentes Biden y Obama y del fundador de Microsoft Bill Gates, el joven también habría jaqueado los perfiles del músico Kanye West y los de las empresas Apple y Uber.
Desde ellos, habría cometido una estafa con monedas virtuales, pidiendo a los usuarios efectuar ingresos en bitcoins y prometiéndoles duplicárselos. Y, según EEUU, también estaría implicado en un ataque informático a usuarios de las aplicaciones TikTok y Snapchat y en un caso de acoso cibernético a una menor de edad.