La Policía Nacional ha confirmado que, "ocasionalmente" y "con control", usa pruebas de ADN caducadas en investigaciones criminales. Así lo expresa la Comisaría General de Policía Científica en un informe que ha remitido al Juzgado de Instrucción número 3 de Sabadell (Barcelona).
La magistrada titular del mismo investiga si los Mossos d'Esquadra utilizaron, entre 2015 y 2020, kits caducados de pruebas de ADN y si ello pudo alterar el resultado de sus pesquisas. Por ejemplo, en la identificación de cadáveres. Por ello, la juez solicitó un informe a la Policía Nacional para saber si también utiliza reactivos "más allá de la fecha indicada por el fabricante".
En su respuesta, la Policía Nacional comunica a la juez que el uso de reactivos caducados en sus laboratorios "se realiza ocasionalmente, de modo muy controlado y trazado, tras haber realizado las comprobaciones técnicas pertinentes de su correcto funcionamiento".
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"Siempre y cuando se realice de manera controlada, es permitido por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC)", añade el informe. "El uso de material caducado, por personal cualificado, podría conllevar la no obtención de resultados, pero en ningún caso la obtención de resultados erróneos", especifica la Policía.
Tal y como publicó en exclusiva EL ESPAÑOL, la magistrada Patricia Brotons ordenó revisar las analíticas de ADN de todos los fallecidos del atentado yihadista del 17 de agosto de 2017, que tuvo lugar en las Ramblas de Barcelona y en la localidad de Cambrils (Tarragona), para comprobar si la policía autonómica catalana utilizó pruebas caducadas que pudieran conllevar a errores en el proceso de identificación de los restos.
También solicitó la misma comprobación respecto a las víctimas del accidente aéreo de la compañía Germanwings (24 de marzo de 2015), en el que murieron 149 personas. Y respecto al siniestro de un autocar en Freginals (Tarragona), en el que perdieron la vida 13 estudiantes el 20 de marzo de 2016.
En marzo de 2022, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Barcelona obligó reabrir la investigación, en la que la juez indaga si el Laboratorio de Biología de los Mossos d'Esquadra usó productos caducados para realizar estas pruebas. Y, por ello, si se han podido producir errores en las identificaciones de ADN. No sólo en estos tres sucesos, sino en otros muchos entre los años 2015 y 2020.
El Juzgado había archivado la causa el 29 de abril de 2021, "al no existir motivos lógicos suficientes para atribuir la perpetración de los hechos punibles investigados a persona alguna investigada". Pero la Audiencia ordenó retomar la instrucción.
Durante la investigación, la magistrada ha citado como investigados a J. D. C., exresponsable del gabinete técnico del Departamento de Interior de la Generalitat, a la subdirectora de Recursos Humanos de la Dirección General de la Policía autonómica catalana y al jefe del Laboratorio Biológico Central de los Mossos d'Esquadra.
Falsedad documental
La subdirectora de Recursos Humanos de los Mossos d'Esquadra, E. C. A., reconoció en un informe oficial que el Laboratorio de la Policía Científica de este cuerpo utiliza de forma "habitual" reactivos caducados al efectuar análisis de ADN.
En el documento, firmado el 26 de septiembre de 2018, esta funcionaria reconoció que el Laboratorio de Análisis Biológico usaba en aquellos momentos reactivos y otras sustancias con la fecha vencida, tras someterlas a una prueba de "retestado" para garantizar que seguían teniendo efectividad. Y admitió que esta circunstancia no se hace constar en los correspondientes informes de ADN enviados a los Juzgados.
Pero esta práctica no está prevista en las prescripciones de uno de los principales fabricantes de los reactivos que los Mossos d'Esquadra utilizan para realizar pruebas de ADN, ThermoFisher.
En el auto en el que ordenaba retomar la instrucción, la Audiencia Provincial consideró necesario esclarecer las contradicciones entre el informe de la subdirectora de Recursos Humanos de los Mossos y la información facilitada por el exjefe del gabinete técnico del Departamento de Interior de la Generalitat, quien en un escrito oficial fechado el 24 de julio de 2018 manifestó, hasta en cuatro ocasiones, que la Unidad Central del Laboratorio de Análisis Biológicos (UCLAB) de los Mossos "no ha utilizado material fungible caducado en las analíticas que realiza".
La juez de Sabadell archivó la causa tras realizar una única diligencia: solicitó un informe al director general de los Mossos, Pere Ferrer, sobre esta cuestión. En su respuesta, Ferrer argumentó que no existe ningún riesgo de que el uso de reactivos caducados pueda provocar un "falseamiento" del resultado de la prueba de ADN.
Pero la Audiencia Provincial ordenó a la magistrada aclarar todas estas contradicciones. "La cuestión es de tal calado técnico que exige una investigación pericial de mayor intensidad", concluyeron los magistrados de la Sección Tercera. Por ello, la juez solicitó un dictamen a la Policía Nacional.
"El presunto delito de falsedad [documental] sigue permaneciendo, pues, en la medida de que se acepte el uso de reactivos biológicos más allá de su fecha de caducidad, es evidente que la información facilitada por el jefe de gabinete técnico (...) puede considerarse inveraz, constituyendo ello el sustrato del delito de falsedad en documento público cometido por funcionario", advirtió en su resolución la Audiencia Provincial de Barcelona.
La juez Brotons también pidió una copia de la normativa interna de los Mossos y de las "pautas específicas de gestión de fungibles y reactivos". Y requirió al Laboratorio Biológico Central de ese Cuerpo "la ficha de control de inventario", en la que se reflejen, desde 2015 hasta 2020, los reactivos de ADN existentes y las salidas de los mismos por consumo, deterioro o devolución.
La magistrada comenzó la instrucción a raíz de la denuncia presentada en mayo de 2020 por un especialista facultativo de los Mossos, quien señaló que el laboratorio de este Cuerpo llevaba varios años utilizando reactivos caducados, lo que impide certificar, con total seguridad, la validez de las identificaciones realizadas con restos de ADN procedentes de sangre, saliva, semen y otros fluidos corporales. Antes, se habían presentado quejas sindicales en el mismo sentido y escritos por la vía administrativa.
Se trata de un procedimiento habitual para identificar fallecidos, cuando los cuerpos hallados no se encuentran en buen estado. Pero también resulta esencial en otro tipo de investigaciones; principalmente, las de delitos sexuales. Y, más aún, cuando se producen violaciones grupales.
El impulsor de la denuncia inicial recurrió el primer archivo del caso alegando, entre otros motivos, que el informe de Pere Ferrer contradice las instrucciones establecidas por las dos principales firmas que fabrican los reactivos utilizados por el Laboratorio de los Mossos: TermoFisher Scientific y Biotech Ibérica SL.
Dejar de usarlos
Tal y como desveló este periódico, una nota confidencial de la policía autonómica catalana, fechada el 26 de octubre de 2020, ordenó dejar de usar reactivos de ADN caducados para efectuar la identificación de víctimas.
El documento lo firmaba el entonces jefe de la División de Policía Científica de la policía catalana y lo dirigió al responsable del Área Central Criminalística.
[Una nota interna de los Mossos ordenó dejar de usar reactivos de ADN caducados tras la denuncia]
"Hay que impartir las instrucciones necesarias al jefe de las Unidades Centrales de los Laboratorios de Biología y Química para que, de forma ordinaria, a partir del 1 de noviembre de 2020 se dejen de usar fungibles de laboratorio más allá de la fecha límite recomendada por el fabricante", rezaba la nota interna, posterior a la presentación de la denuncia que dio origen al caso (mayo de 2020).
"Además, habrá que implementar nuevas medidas de supervisión que permitan llevar un control más estricto sobre la caducidad de los fungibles de laboratorio, lo que permitirá interaccionar de forma más precisa y exigente con los proveedores de estos productos y también facilitará más fiabilidad a la hora de hacer los encargos", añadía.
Con esta orden, el jefe de los Laboratorios de Biología y Química buscaba obtener unos resultados más fiables y concluyentes en las pruebas de análisis de ADN.
La nota interna establecía que "de forma estrictamente excepcional, sólo se podrán utilizar fungibles que hayan superado la fecha recomendada por el fabricante en aquellos supuestos que autoricen de forma concreta los jefes de la División de Policía Científica".