La reforma de la 'ley de sólo sí es sí', promovida por el PSOE para impedir nuevas rebajas de pena a los agresores sexuales para los delitos que se cometan a partir de su entrada en vigor, ha salido adelante este martes en la Comisión de Justicia del Congreso con el apoyo del PP, Ciudadanos, PNV y Junts per Catalunya, además de los propios socialistas.
El grupo mayoritario no ha cedido ni un milímetro a los reproches de Unidas Podemos -sus socios de Gobierno- ni de ERC y Bildu -socios de investidura- y ha mantenido la reforma tal cual, añadiendo sólo los retoques "técnicos" del PP.
Ello ha conducido a que Unidas Podemos, ERC y Bildu hayan votado en contra del texto que debatirá el Pleno del Congreso el próximo jueves. Vox ha participado en el debate pero no en la votación de la Comisión.
El dictamen de la ponencia pactado por PSOE y PP ha salido adelante, así, por 26 votos a favor y seis en contra.
El único cambio relevante acordado por la Comisión es una enmienda de Ciudadanos y Podemos que no afecta a la 'ley de sólo sí es sí'. Se refiere a que, en determinados delitos cometidos contra menores (entre ellos los que atentan contra la libertad sexual), el plazo de prescripción no empiece a computarse hasta que las víctimas cumplan 35 años de edad.
La portavoz del Grupo Socialista ha contestado con contundencia las declaraciones que ayer hizo la ministra de Igualdad, Irene Montero, según la cual "el Partido Popular ha humillado al PSOE haciéndole reforzar aún más esa vuelta al modelo penal anterior que basa la credibilidad de la víctima en función de las heridas que la violencia del agresor ejerce sobre la víctima".
"Nosotros somos responsables, lo humillante es no hacer nada", replicó, sin mencionar a Montero, la diputada socialista Laura Berja.
La portavoz del grupo mayoritario calificó de "necesaria" e "imprescindible" la reforma de la 'ley de sólo sí es sí'. Aunque consideró que es "una muy buena ley", manifestó que "nos ha dolido ver cada día cómo se publicaban bajadas de penas".
"Cuando un agresor sale [de la cárcel] antes de tiempo hay una víctima que está desolada, y para el PSOE las víctimas son lo primero", ha añadido.
Berja insistió, no obstante, en que el "cambio de paradigma fiel al movimiento feminista" consistente en "poner el consentimiento en el centro" de los delitos sexuales no sólo "no se toca" sino que "lo que hacemos es blindarlo". "En el PSOE siempre hemos estado en el lado correcto respecto a los derechos de las mujeres", manifestó.
"Apoyamos la misma ley feminista, pero con más garantías", ha dicho la portavoz socialista, que agradeció el voto de las fuerzas políticas que van a respaldar la reforma.
Los "viejos tiempos"
La portavoz de Unidas Podemos, Martina Velarde, pidió a los diputados socialistas que "reflexionen" para "no continuar liderando este retroceso en los derechos de las mujeres".
Velarde aludió a los "viejos tiempos" para criticar que el PSOE "vaya de la mano del PP". "Si pactan con el PP no puede ser un avance en los derechos de las mujeres", sostuvo.
A su parecer, el acuerdo alcanzado entre socialistas y populares "no son cuestiones técnicas o cambios semánticos", sino que afecta a la "centralidad" del consentimiento que garantizaba la ley promovida por el Ministerio de Igualdad.
Para ello puso como ejemplo el proceso al futbolista Dani Alves, en prisión preventiva por la presunta agresión sexual a una joven en una discoteca. "La defensa dice lo mismo que la ministra de Justicia, Pilar Llop: que como la víctima no presenta heridas físicas en la vagina, no hay agresión, sino sexo consentido".
En realidad, lo que la titular de Justicia manifestó el pasado 7 de febrero es que "la víctima tiene muy sencillo probar que hubo violencia sólo con una herida". En el caso de Alves, la denunciante presenta una lesión en una rodilla que, según ella, se produjo cuando el deportista la puso de rodillas para obligarla a hacerle una felación.
Pilar Valluguera, de ERC, fue también dura con el PSOE y llegó a decir que el pacto con el PP le producía "vergüenza".
Ese acuerdo, indicó, "genera serias dudas sobre lo que se ha hecho estos tres años porque lo que es uno se demuestra en las crisis". "Ustedes sabrán por qué lo hacen. A los que apoyamos la investidura deberían explicarnos esto, porque la reforma se parece mucho a la propuesta que hizo el PP" el pasado diciembre, añadió.
Para la diputada republicana, "es un error no haber aguantado el tirón de la derecha mediática y el tirón de unas revisiones [de pena] que se producen en cualquier modificación de la ley penal". "Es un error haber sido tan receptivo no a la voluntad de la gente -que es la que reflejaba la ley- sino de los medios".
Por el contrario, la portavoz del Grupo Popular, María Jesús Moro, defendió que la reforma pondrá fin al "disparate continuado del Gobierno" con la ley promovida por Igualdad, que ya ha provocado cerca de un millar de rebajas de pena a agresores sexuales.
"Insultos a jueces, presión a la Fiscalía o exigencias a la prensa para que ocultara el número y entidad de las rebajas...Y todo ello hasta la caída del caballo, quizá por las urnas", describió la portavoz popular.
Moro criticó que "los mismos que gritaban 'hermana , yo sí te creo', cuando han tenido en sus manos el BOE han construido una norma que favorece a los agresores sexuales".
Manifestó que, aunque la reforma "no nos satisface", "hay un bien superior que merece una defensa prioritaria: las víctimas".
"Pueden seguir insultando", dijo en alusión a Podemos, "pero se equivocan porque no defendemos ningún retroceso en los derechos de las mujeres, sino lo contrario. Nosotros promovimos el Pacto contra la Violencia de Género, otros se descolgaron. Ustedes sí que están atacando a las mujeres, borrando nuestra condición porque no somos personas gestantes ni menstruantes".
Para Carla Toscano, portavoz de Vox, la reforma "mantiene la privación de derechos fundamentales, va en contra de la presunción de inocencia y no va a proteger más a las mujeres".