Villarejo asegura ante el juez que Sandro Rosell también fue un objetivo de la 'Operación Cataluña'

El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha asegurado ante el juez que el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell "obviamente", fue "un objetivo" en la llamada Operación Cataluña.

Así lo ha explicado el expolicía ante la prensa este viernes, a la salida de los Juzgados de Plaza de Castilla en Madrid. Villarejo ha sido interrogado, como investigado, ante el titular del Juzgado de Instrucción número 13, Hermenegildo Barrera.

Este proceso judicial se inició con la presentación de una querella, contra Villarejo y otros agentes, por parte de Sandro Rosell, que la ratificó el pasado 13 de mayo. Les acusa de haber emitido informes "mendaces" que le llevaron, injustamente, a prisión.

Aquellos hechos se enmarcarían en la Operación Cataluña, el supuesto dispositivo desplegado por el Gobierno de Rajoy para tratar de hundir las expectativas electorales del independentismo catalán.

Rosell llegó a estar 21 meses en prisión preventiva. Pese a ello, acabó absuelto por la Audiencia Nacional de los delitos de blanqueo y organización criminal de los que le acusaba la Fiscalía.

Según ha declarado Villarejo este viernes, fue él mismo quien alertó entonces de que el empresario catalán "no tenía nada que ver con el independentismo".

"Intentaron engañarnos a algunos, presentándolo como que era un independentista y fue, obviamente, un objetivo [de la Operación Cataluña] que sí se miró en el 2012, pero ya en mi nota de inteligencia quedó claro que este señor [Rosell] no tenía nada que ver con el independentismo", ha explicado el comisario a la salida del Juzgado.

El comisario jubilado ha explicado que la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, la instructora de la investigación contra Rosell por blanqueo, fue "engañada".

"La engañaron, le dijeron que el señor Rosell era un peligro para la seguridad del Estado", ha subrayado Villarejo.

De acuerdo con la querella presentada por Rosell, la emisión de "informes policiales mendaces" por parte de varios agentes de la Policía provocaron que Rosell pasase en prisión provisional casi dos años. El Ministerio de Justicia ofreció al empresario catalán sólo 18.000 euros por haber estado 21 meses en la cárcel de forma injusta. Rosell, no obstante, reclamaba 29 millones de euros.

El pasado 10 de mayo, cuando Rosell ratificó su querella, el abogado, Pau Molins, insistió en que su cliente estuvo en prisión por culpa de una trama que tenía por objetivo "la lucha contra el independentismo a través de las cloacas del Estado".

Molins subrayó que el expresidente del Barça "siempre sospechó, estando en prisión, de que esta no era una cuestión jurídica" y recordó que tuvo que "esperar casi seis años para averiguar cuál era la verdadera motivación que se escondía tras su imputación".