El Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid ha archivado la causa contra un policía nacional que tocó los pechos de una activista de Femen que protestaba semidesnuda al tratar de retenerla. Así consta en un auto, fechado el pasado 1 de junio y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
El juez titular del Juzgado, Juan Javier Pérez, subraya que el hecho de que la mujer protestase desnuda de cintura para arriba, como suele hacer el colectivo feminista en el que milita, "suponía la posibilidad de que, en su previsible reducción por la fuerza, se produjera algún contacto físico con su pecho desnudo". "Máxime si a esa reducción se oponía una resistencia activa", añade.
El magistrado realiza también un análisis de las imágenes captadas en aquella protesta por un fotógrafo de la agencia estatal EFE (principalmente, la que ilustra esta noticia). Su autor, de hecho, fue citado como testigo, ya que presenció los hechos.
"Las fotografías reflejan una actitud de clara resistencia por parte de la querellante, hecho que justificaba su reducción por la fuerza para impedir la alteración de un acto público autorizado", señala el juez. No obstante, la mujer, en su querella, aseguró que mantuvo una actitud de "resistencia pasiva".
"El periodista testigo da detalles sobre tal resistencia, declarando que la querellante metió el codo junto al estómago del agente, y metió el culo. En las fotografías se puede comprobar que el agente querellado sujetaba por detrás a la querellante, pudiéndose apreciar un contacto entre las manos del agente y los senos de la querellante, pero también otros contactos de las manos del agente con los hombros y otras partes del cuerpo de la querellante, contactos no sospechosos de un móvil sexual", añade el auto.
Por todo ello, el magistrado no aprecia una "finalidad lúbrica o sexual" en la actuación del policía, que ha sido defendido por los servicios jurídicos del sindicato JUPOL. Ahora bien, sí desliza que, "tal vez, el querellado pudo haber sido más cuidadoso a la hora de intentar buscar una parte corporal menos comprometida para agarrar y reducir a la querellante". "Pero en modo alguno cabe apreciar en tal actuación una finalidad lúbrica, o de atacar la integridad moral de la querellante", añade.
Los hechos sucedieron tras una protesta de Femen el 20 de noviembre de 2022 en la Plaza de Oriente de Madrid. Más bien, se trató de una contraprotesta del colectivo feminista en contra de una concentración ultraderechista en ese mismo lugar, en la que unas decenas de personas ensalzaban a Francisco Franco y a José Antonio Primo de Rivera.
De hecho, el policía investigado aseguró que tuvo que retener a la activista cuando se dirigía hacia el organizador de la concentración falangista.
En su querella, la mujer indicó que el agente sonrió al toquetearla. El juez, en su auto, concluye que "no puede alcanzarse una valoración concluyente" del análisis de las fotografías. "El gesto que consta en las imágenes podría ser una sonrisa o también una mueca por el esfuerzo, como alega el querellado", señala el juez.