Nueve testigos clave que debían ser citados para declarar en el juicio contra el policía de la patada en la puerta no han sido localizados. Este procedimiento judicial se dirige contra el subinspector que ordenó utilizar un ariete para poner fin a una fiesta ilegal que se celebraba en marzo de 2021 en un domicilio de la madrileña calle Lasgasca e incumplía las restricciones sanitarias derivadas de la Covid-19,
Una providencia de la Audiencia Provincial de Madrid, fechada el pasado día 23 de octubre, reconoce que "no ha sido posible la citación de B. P. G., N. E. A., L. V., J. S. T., Y. S., A. S. A. A., M. A., M. F. A. R. y M. R.".
Se trata de los jóvenes que se encontraban en el domicilio cuando la Policía penetró en él tirando la puerta abajo con un ariete. EL ESPAÑOL ha constatado que la mayoría de ellos son extranjeros, originarios de Oriente Medio.
Al menos cinco de los nombres del listado son los que, cuando los agentes llegaron a la vivienda, manifestaron que sí querían salir del domicilio e identificarse, como les exigían los agentes. No obstante, aparentemente, no pudieron debido a las presiones del resto de jóvenes y los policías usaron el ariete para entrar en la vivienda y frenar aquella fiesta.
Por ello, los dos abogados del subinspector —que irá al juicio junto al resto de agentes— han solicitado a la Audiencia Provincial de Madrid que estos nueve testigos "sean citados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (...), que sean citados policialmente y, sólo en caso de que se negasen a recibir la notificación o a comparecer, conducirlos detenidos al plenario".
"Por otro lado, la Policía tendrá expreso conocimiento de si los mismos han abandonado territorio nacional por avión, barco o tren, al constarles en sus bases de datos", reza el escrito firmado por los abogados Juan Antonio Frago y Verónica Suárez, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
"Recordemos que entre los nueve testigos sin citar se encuentran los cinco testigos que querían salir voluntariamente del inmueble, según el atestado y las grabaciones aportadas de las bodycam de los agentes, con lo que nos quedaríamos sin ningún testigo, por causa nunca imputable a esta parte, que acreditaría que había una parte considerable de los asistentes a la fiesta que querían salir, identificarse e irse, siendo retenidos ilegalmente por los otros asistentes", añade el documento.
Los dos letrados señalan, además, que durante la instrucción de esta causa ya solicitaron "que declarasen los testigos de nombre árabe", por si fuese imposible que lo hicieran durante el juicio. Dado que la Justicia no consideró que existiesen pruebas claras de que así fuera a suceder, esta petición fue denegada. El subinspector de Policía y el resto de miembros de su unidad se enfrentarán próximamente a un juicio con jurado, que comenzará en noviembre.