El juez anula otra vez la semilibertad al etarra 'Fiti', de 77 años, por su "frívolo" arrepentimiento

La Audiencia Nacional ha anulado por segunda vez la semilibertad concedida por el Gobierno vasco al etarra José María Arregui Erostabe, conocido como Fiti o Fitipaldi.

Así consta en un auto del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, fechado el pasado 27 de noviembre y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. El Ejecutivo autonómico le concedió el tercer grado por "razones de humanidad y dignidad personal" y debido a la avanzada edad del interno, de 77 años.

Sin embargo, el juez de Vigilancia Penitenciaria, encargado de revisar las progresiones de grado de los etarras, ha anulado este beneficio penitenciario concedido a Arregui Erostabe, dado que el arrepentimiento del preso de sus delitos es "superficial" y "frívolo".

"Respecto al posicionamiento ante el delito, el informe señor jurista indica que el interno, en su escrito, no utiliza la palabra perdón, aunque sí hace manifestaciones de empatía con las víctimas y el daño y dolor causado", expone el juez, que tacha de "superficiales" las "ambiguas" alusiones genéricas a las víctimas, sin enfatizar en las que sufrieron el terrorismo de ETA.

"Debe, por tanto, potenciarse la vía tratamental, especialmente en el posicionamiento ante las víctimas, como paso previo a la clasificación pretendida", concluye el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, que deja la puerta abierta a que, si las enfermedades que sufre Fiti se agravan, sí pueda salir de prisión.

El etarra lleva en la cárcel desde el año 2000. Al menos en España, ya que antes, desde 1992, había sido encarcelado en Francia. La Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Martutene, en el que se encuentra, compuesto por los profesionales técnicos que atienden a los presos, había avalado su semilibertad. Pero la Fiscalía se había opuesto.

El juez de Vigilancia Penitenciaria, si bien indica que no aprecia "elementos de riesgo para la reiteración delictiva", critica que José María Arregui Erostabe se haya negado a formular "una petición de perdón expresa a sus víctimas".

"Nombrar a todos ellos en un escrito me parece frío, distante, acaso revictimizante, y no quiero dejar de lado a ninguno", expresó en una carta enviada a la Audiencia Nacional.

Fiti también se negó a colaborar con la Justicia para aclarar los casi 400 crímenes de ETA aún sin resolver. "Sinceramente, creo que esta pregunta está fuera de sitio en el año 2023. Nadie discute nadie, que ETA se disolvió y que las personas de mi generación que pertenecimos a la misma no tenemos intención de resucitarla. Las personas con las que coincidí en aquellos tiempos están todas presas, o han finalizado condena de 30 años de prisión, o, simplemente, han fallecido. No creo que haya nada que yo pueda contar de interés, pues los hechos en los que participé están acabados", respondió el etarra en su carta.

"No parece oportuno relativizar la diligencia de colaborar con las autoridades judiciales o Fuerzas de Seguridad, cuando existen cerca de 300 casos de atentados terroristas sin resolver [en realidad, son 378], existiendo detrás de cada uno de ellos, familiares, amigos que han sufrido y sufren las consecuencias de estos actos y que, como mínimo, tienen derecho a conocer la verdad de lo que ocurrió en esos atentados que cambiaron sus vidas cualitativamente, arrastrando un dolor injusto e innecesario. No parece ético ni razonable el frivolizar con esto por el hecho de que la banda terrorista esté disuelta", responde el juez.