"Fue sólo una broma", ha defendido, desde el banquillo de los acusados, Aditya. Pero la broma provocó que dos aviones caza —dos Eurofighter del Ejército español— tuvieran que echarse a volar. Y ha desembocado en un juicio, que se ha celebrado este lunes en la Audiencia Nacional y que ha puesto al joven británico, cara a cara, con un tribunal. El Ministerio de Defensa le reclama 94.000 euros por los gastos.
El 3 de julio de 2022, Aditya, tal y como ha reconocido, envió una foto a siete de sus amigos, con los que compartía un chat grupal en la app de mensajería Snapchat, popular entre los jóvenes. ¿Qué aparecía en la imagen? El avión en el que iba a embarcar en unos minutos, acompañada del texto: "De camino a hacerlo explotar, soy un miembro de los talibán". (Lo redactó en inglés, On my way to blow the plane, I'm a member of the Taliban).
Los servicios de Inteligencia británicos, gracias a que otro de los miembros del grupo que le acompañaba estaba conectado a la red wifi del Aeropuerto de Gatwick (Londres), pudieron ver la imagen. Y, cuando la aeronave sobrevolaba Francia, alertaron a las autoridades españolas, ya que el vuelo iba a aterrizar en Menorca.
Era un viaje de verano. En julio de 2022, Aditya y sus amigos acababan de finalizar el Bachillerato, querían disfrutar de sus recién cumplidos 18 años y escogieron la isla balear para festejarlo, tras haber pasado, además, varios meses confinados en sus casas por la pandemia de la Covid-19. Pero el plan de party, sol y playa se torció.
"Fue una broma", ha reiterado el acusado varias veces a lo largo del juicio. "Por mis rasgos pakistaníes", ha explicado, el joven, de nacionalidad británica pero de padres asiáticos. De acuerdo con su versión, al ver desde la ventanilla del avión a los dos cazas españoles custodiando el vuelo, pensó que debería de tratarse de una "maniobra militar por la guerra entre Rusia y Ucrania".
El fiscal, que solicita para él una pena de 100.000 euros, le ha preguntado si concibió el peligro que podría provocar con la fotografía y el texto. "¿Nunca pensó que podía infundir miedo?", le ha preguntado el Ministerio Público.
Asistido por una traductora, en inglés, el joven ha relatado que el grupo de Snapchat lo integraban antiguos compañeros de colegio e instituto. Nunca pensó que la imagen fuese a llegar más lejos. En respuesta a las dudas del fiscal —"¿Y dónde está la broma en decir: 'Soy talibán?'"—, Aditya ha narrado que, durante su juventud, las chanzas sobre su aspecto físico y sus rasgos faciales —en tanto que similares a los de los talibanes— fueron constantes y hasta compartidas y fomentadas por él. De ahí que mandase la imagen a aquel chat. Sólo sus antiguos amigos del colegio, conocedores de este contexto previo, lo entenderían.
La abogada del acusado ha criticado el método con el que obtuvieron la fotografía los servicios de Inteligencia británicos, a los que ha culpado del desembolso generado por desplegar los dos Eurofighter españoles. "Como ha dicho mi defendido, no hubo dolo ni intencionalidad de causar ningún perjuicio. Fue una broma dirigida a un grupo privado, que ha sido vulnerado sin autorización judicial", se ha quejado la letrada, antes de solicitar que el joven sea absuelto.
"Es como ir dentro de un coche y hacer una broma: los destinatarios son sólo los amigos que están en el vehículo; lo que sucede es que de esa broma no quedaría constancia", ha comparado la abogada. El juicio ha quedado este lunes visto para sentencia.