Bolaños llega a Bruselas a la segunda reunión sobre el CGPJ debilitado por el triunfo del PP en Galicia

El órgano de gobierno de los jueces lleva en prórroga de mandato cinco años y dos meses, una situación sin precedentes que PSOE y PP no han sido capaces de solucionar.

Los representantes de ambas fuerzas -sin cuyo acuerdo no es posible renovar el CGPJ, ya que son necesarios tres quintos del Congreso y del Senado- llegan hoy a ver a Reynders en una situación diferente a la del primer encuentro, celebrado el 31 de enero.

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De un lado, el resultado de las elecciones en Galicia, pese a ser un ámbito ajeno al objeto de las conversaciones, repercute en la fortaleza o en la debilidad de la posición con la que los negociadores acuden a Bruselas.

El encuentro de hoy estaba previsto inicialmente para el 12 de febrero, pero Pons pidió retrasarla por una afección gripal.

Exhibir músculo

El dirigente del PP podrá exhibir hoy en la capital comunitaria unos resultados en Galicia que refuerzan a su partido -y la posición y estrategia de su líder, Núñez Feijóo- en la misma medida en que debilitan al PSOE de Pedro Sánchez y al Gobierno.

Bolaños viaja a Bruselas en una situación de fragilidad en muchos frentes -desde la amnistía a los comicios gallegos, que han sido el primer test tras las elecciones generales del pasado julio- y, por ello, no estará en las mejores condiciones para mantener posiciones de fuerza ante Reynders, salvo que quiere cosechar otro fracaso en la negociación sobre el CGPJ.

De otro lado, los negociadores ya se han intercambiado los primeros documentos en los que, por separado, han contestado a las cuestiones concretadas por Reynders en la primera reunión.

Primeros intercambios

Fuentes conocedoras del proceso señalan que en esos papeles aún no se ha entrado en los nombres de los futuros vocales.

Esto no es prioritario, consideran las dos partes, ya que sobre la composición personal del nuevo CGPJ hubo un amplio acuerdo en la última negociación, celebrada en octubre de 2022.

Ese intento saltó por los aires después de que el Gobierno reconociera que estaba preparando una reforma del Código Penal para eliminar el delito de sedición y atenuar la malversación de fondos públicos en beneficio de los involucrados en el 'procés' catalán.

El PP consideró que esa iniciativa, que efectivamente se llevó a cabo, impedía cualquier tipo de pacto.

El verdadero obstáculo no está en este momento en quiénes serán los vocales del CGPJ ni tampoco en el procedimiento que se va a seguir para su designación.

El PP acepta la fórmula parlamentaria vigente, según la cual tanto los 12 vocales que deben ser jueces como los 8 juristas son designados por las fuerzas políticas del Congreso y del Senado.

La cuestión es cómo se va a dar cumplimiento a la recomendación de la Comisión Europea sobre el cambio del modelo de elección de la institución para que la mitad, al menos, al menos de sus miembros sean elegidos por la carrera judicial, sin intervención política.

En el encuentro del 31 de enero, Reynders insistió en que el cambio del sistema de elección de los vocales debe ser también objeto de negociación, aunque lo primero en materializarse sea la renovación del Consejo y después se tramite la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Hasta el momento, el PSOE ha sostenido que es una linea roja el mantenimiento de la elección parlamentaria y con esa actitud acude hoy a la reunión con Reynders.

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Por el contrario, el PP ha puesto como condición que se pacte un cambio del sistema de designación de los vocales, de manera que los 12 que proceden de la carrera judicial sean elegidos por ésta.

Para ello puede haber distintas fórmulas con las que espera que se produzca un punto de encuentro con el PSOE, aunque "es difícil", admiten.