Un auto del juez que investiga el caso Villarejo, Manuel García-Castellón, desmonta la tesis del PSOE de que existió un complot para perjudicar a Pedro Sánchez mediante una investigación policial a los negocios de su suegro, Sabiniano Gómez, padre de Begoña Gómez.
Tal y como informó EL ESPAÑOL, el Partido Socialista solicitó al magistrado que citara a declarar al excomisario de Policía José Manuel Villarejo y al exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, debido a que ambos participan en una conversación acerca de las saunas que controlaban, años atrás, Sabiniano y sus hermanos. Aquella charla se produjo hace diez años, en 2014, y fue grabada por Villarejo.
En respuesta a la petición del PSOE, García-Castellón expone en un auto, fechado este jueves, que las agendas del excomisario revelan la fluida relación de Gómez con la llamada Policía patriótica, a la que ahora el PSOE acusa de haber tratado de perjudicar a Sánchez y a la que vincula con el Partido Popular.
Concretamente, una anotación del 22 de julio de 2014 alude al excomisario Carlos Salamanca, quien se habría reunido con Sabiniano. Las agendas también recogen "los contactos que había mantenido [otro comisario tachado de miembro de la Policía patriótica], Enrique García Castaño, [apodado El Gordo] con el suegro del presidente del Gobierno", constata el juez.
"Se corroboran, pues, los vínculos que Enrique García Castaño tenía con el suegro del presidente del Gobierno", subraya el auto, que recuerda que, de hecho, El Gordo lo admitió en una comisión de investigación del Congreso de los Diputados.
Un café con Sánchez
Además, tal y como publicó EL ESPAÑOL en exclusiva, la conversación grabada por Villarejo y esgrimida ahora por PSOE en la Audiencia Nacional, revela que Sánchez habría tomado un café con miembros de la Policía patriótica en 2014, que habrían comido unos minutos antes con Sabiniano Gómez.
Aquella cita se habría producido poco antes de la conversación entre Villarejo y Martínez. Durante su charla, el primero advierte de que el hecho de que Sabiniano Gómez controle varias saunas (unas, para público gay; otras, destinadas al heterosexual), de difundirse públicamente, podría perjudicar a Sánchez.
Según se desprende de la conversación, el objetivo del comisario es el de trasladar esta información al PP para que sus dirigentes la usen, si quieren, en su beneficio. "Esto lo mata", señala Martínez, que incide en la contradicción que supone esgrimir la "bandera feminista" y "tener a polacas chupando pollas".
Y, de acuerdo con Villarejo, quienes toman café con Sánchez son, precisamente, Enrique García Castaño y Carlos Salamanca, excomisario de Barajas y recientemente condenado por la Audiencia Nacional.
La transcripción de la grabación es la siguiente:
Villarejo: El Gordo estuvo un ratito y se piró. El Gordo no sabe esto. Se caga, vamos. Sabe que yo sé esto y se caga. (...) Yo te digo la fuente, para que... ¿Qué me ha dicho Gómez? Se vieron un momento con Pedro Sánchez. Fui allí a tomar café. No comió con ellos. Comieron con el suegro. Y a mí me dicen que El Gordo se lo ha contado a [Eugenio] Pino y que habían estado en una finca...
A este no le gusta tirar, a Pino. No sé qué, no sé cuántos... Si Pino no ha comentado nada, esto vale algo. A lo mejor es que no le ha dado importancia, claro. No es bueno esto, claro.
Pero esa información, que la cuenta el suegro, vale algo (...). Le he dicho: "Oye, que quiero comer con él. Queda a comer conmigo, yo quiero con el suegro". Y tal. Y a ver, ¿sabes?
Martínez: Porque sigue coordinando eso, ¿no?
Villarejo: Sí, sí, claro (...).
Otro fragmento de la conversación es el siguiente:
Francisco Martínez: Pedro Sánchez lo sabe seguro, ¿no? ¿Sabe perfectamente a qué se dedica al suegro?
Villarejo: Coño, ya me contarás. Eso es una parte débil del diseño, esto es mortal. Eso es mortal. En cuanto haga falta... (...) Ahí es donde tú tienes que valorar, en un momento determinado...
(...)
Francisco Martínez: Esto lo mata.
Fuentes de la entonces cúpula del Ministerio del Interior reiteran que el Gobierno jamás encargó a Villarejo que investigase los negocios de Sabiniano Gómez ni de sus hermanos. Fue el propio excomisario quien le comenta a Martínez este descubrimiento, que no tuvo recorrido más allá de dicha charla.