El jefe etarra José Javier Arizkuren Ruiz (apodado Kantauri) ha declarado esta mañana ante el juez Manuel García-Castellón, el mismo que le procesó por el secuestro y asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, ocurridos en 1997.
Fuentes presentes en el interrogatorio confirman a EL ESPAÑOL que Arizkuren Ruiz se ha declarado insolvente. La comparecencia de este lunes se ha producido después de que, a finales del pasado abril, García-Castellón propusiese juzgar a Kantauri y a otros tres líderes etarras.
Concretamente, a Ignacio Gracia Arregui, (conocido como Iñaki de Rentería), María Soledad Iparraguirre (Anboto) y Mikel Albisu, alias Mikel Antza.
La de esta mañana ha sido la llamada declaración indagatoria de Kantauri. En ese acto, el juez le comunica su decisión de proponer que un investigado sea juzgado. Antza y Rentería ya han tenido las suyas la semana pasada.
El magistrado procesó a los cuatro etarras —todos ellos, miembros de la cúpula de la banda— por los delitos de secuestro y asesinato terrorista con agravante de alevosía al considerar que, pese a que pudieron haber evitado el asesinato, dado su dominio de la organización, no lo impidieron. Por ello, según el juez, los cuatro procesados tenían "una voluntad inequívoca en la producción del resultado".
El Juzgado Central de Instrucción 6, del que es titular García-Castellón, impuso a los cuatro procesados el pago de una fianza solidaria de dos millones de euros con los que hacer frente a las posibles responsabilidades civiles que se les pudieran imponer en caso de condena. Y este martes, además de oponerse al procesamiento, Kantauri, uno de los etarras más sanguinarios de la historia de ETA, ha asegurado ser insolvente.
'Caso Miguel Ángel Blanco'
En marzo de 2022, García-Castellón reabrió este caso, tras la querella presentada por la organización de víctimas del terrorismo Dignidad y Justicia, presidida por el diputado del Partido Popular en la Asamblea de Madrid Daniel Portero, hijo de un fiscal asesinado por ETA.
La querella señalaba a varios miembros de la cúpula de la banda por, supuestamente, haber ordenado la acción contra el concejal.
En 2006, ya fueron condenados como autores materiales de la muerte de Blanco Francisco Javier García Gaztelu (alias Txapote) y su novia, la también etarra Irantzu Gallastegui Sodupe (conocida como Amaia).
Estructura "militar"
En la resolución en la que procesaba a los cuatro investigados, García-Castellón detallaba que la estructura de ETA era altamente jerarquizada, vertical y de tipo "militar". El juez llegó a esta conclusión con base a los informes que le encargó a la Policía y la Guardia Civil.
Subrayaba el magistrado que en ETA regía una férrea disciplina, según la cual, acciones como la cometida contra Miguel Ángel Blanco partían de la cúpula, a la que pertenecían los cuatro procesados.
Cada miembro de un comando "obedecía las órdenes que le transmitía su enlace o responsable directo, porque sabía que detrás de esa orden estaba la dirección de ETA", el llamado comité ejecutivo o zuba.
Era este núcleo el que adoptaba, según el magistrado, las decisiones estratégicas de especial y mayor relevancia que los integrantes de los comandos ejecutaban sin formular objeción. Añadía el juez en su escrito que, en el caso de que alguno de los integrantes de esos comandos no estuviese de acuerdo con las órdenes o instrucciones recibidas, era reemplazado por otro militante que sí estuviese dispuesto a cumplir con las instrucciones de la estructura dirigente.
Ésta es la primera vez que un juez español procesa a la cúpula de ETA por la vía de la "autoría mediata por dominio", que fue la tesis esgrimida por la querella de Dignidad y Justicia. "No hay prácticamente nada que esa estructura dirigente no controle, impulse o dirija", explicaba en su resolución García-Castellón.