El CGPJ elegirá a su presidenta entre las magistradas Ana Ferrer e Isabel Perelló, nueva candidata de consenso

Este martes, los 20 vocales del CGPJ han vuelto a reunirse con el objetivo de tratar de lograr un consenso entre los bloques conservador y progresista y elegir al presidente —presidenta, en este caso— del Consejo.

Al filo de las once de la mañana, el Consejo ha informado que Ferrer y Perelló son las candidatas. Ahora, los vocales del órgano —diez elegidos a propuesta del PP y la otra mitad, por el PSOE— volverán a reunirse pasado el mediodía y procederán a la votación entre ambas.

Para ser elegido presidente, un candidato necesita tres quintos de los síes a su favor. Es decir, el aval de 12 de los 20 miembros del CGPJ.

Si alguna de estas dos candidaturas sale adelante, la presidencia del Consejo General del Poder Judicial —que también supone ostentar la del Tribunal Supremo— recaerá por primera vez en una mujer.

El nombre de Ferrer no es nuevo en las negociaciones. Era la principal apuesta del sector progresista en las últimas semanas, tras haber perdido peso el de la magistrada Pilar Teso.

Los vocales propuestos por el PSOE ya lo habían propuesto a los conservadores, que lo rechazaron, lo que coloca ahora a Perelló con cierta ventaja sobre su rival, al aunar un mayor consenso.

Durante la semana pasada, los diez miembros del Consejo nombrados a propuesta del PP seguían insistiendo en el magistrado del Supremo Pablo Lucas para la presidencia del CGPJ. Pero, pese a su perfil moderado, éste no convencía al bloque progresista, que no lo consideraba como propio. Así las cosas, las negociaciones se encallaron.

Este lunes, el Pleno del Consejo volvió a reunirse y, pese a no lograr consensuar un nombre, sí pactó la decisión de abrir el abanico de candidaturas. Finalmente, en la primera parte de la reunión de este martes, se ha decidido proponer a Ferrer y a Perelló.

Perelló y Ferrer

Nacida en 1958, Isabel Perelló es magistrada del Tribunal Supremo desde 2009. Ingresó en la Carrera judicial en 1985 y ocupó destinos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Mahón (Menorca), en la Audiencia Provincial de Barcelona y en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Es especialista en jurisdicción contencioso-administrativa y fue letrada en el Tribunal Constitucional entre 1993 y 2003.

Por su parte, Ana Ferrer es magistrada de la Sala Segunda del Tribunal Supremo desde abril de 2014, lo que la convirtió en la primera mujer en la misma. Ingresó en la Carrera judicial por oposición en 1984.

Ha ejercido en Juzgados de Valdepeñas, Linares, Aranjuez, Leganés y Madrid. En 1996 obtuvo plaza de magistrada de la Audiencia Provincial de Madrid y en 2008 fue nombrada presidenta de dicho órgano judicial, cargo que desempeñó hasta su nombramiento como magistrada del Tribunal Supremo.

Recientemente, Ferrer firmó el voto particular con el que expresó su discrepancia con el resto de sus compañeros de la Sala Segunda del Supremo en lo relativo a la no aplicación de la Ley de Amnistía sobre el delito de malversación en el procés. Ferrer, por contra, defendía que el Alto Tribunal presentase una cuestión prejudicial ante el TJUE.