El nuevo juez del TC José María Macías y el presidente, Cándido Conde-Pumpido, en la toma de posesión del primero, el pasado día 6./

El nuevo juez del TC José María Macías y el presidente, Cándido Conde-Pumpido, en la toma de posesión del primero, el pasado día 6./ Efe

Tribunales

El juez Macías advierte a Conde-Pumpido de que no debe crear un TC 'a la carta' para decidir sobre la amnistía

El magistrado pide al presidente que se resuelvan juntas las recusaciones y que no altere el orden para examinarlas que habitualmente ha seguido el tribunal.

3 octubre, 2024 18:24

El magistrado del Tribunal Constitucional José María Macías ha pedido al presidente, Cándido Conde-Pumpido, que no "fraccione" la resolución de las recusaciones presentadas contra ambos y contra la magistrada Laura Díez en los procesos sobre la ley de amnistía. A su juicio, el tribunal debe decidir sobre ellas conjuntamente y sin la participación de ninguno de los recusados.

El examen sucesivo e individualizado de cada recusación, como ha decidido Conde-Pumpido, crea -advierte Macías- la "apariencia" de que se pretende configurar un TC "a la carta" para resolver el asunto más comprometido políticamente para el Gobierno: la amnistía a los responsables del 'procés' catalán.

Conde-Pumpido ha incluido el debate de la recusación presentada por el PP contra él en el orden del día de la reunión del pleno del TC prevista para el próximo día 8.

Ha introducido solo su recusación, no la de Laura Díez (también recusada por el PP) ni la de Mario Macias, recusado por la Abogacía del Estado.

Paralelamente, Conde-Pumpido ha enviado a los miembros del TC una comunicación interior en la que determina quiénes decidirán sobre su recusación, lo que nunca se ha hecho en el Constitucional.

En esa comunicación, el presidente señala que "no intervendrán en la deliberación de dicho asunto [su recusación por el PP] los magistrados recusados Conde-Pumpido, Díez Bueso y Macías Castaño ni el magistrado abstenido Campo Moreno".

De esta forma, serán ocho los miembros del TC que decidirán si Conde-Pumpido debe participar o no en las decisiones que se tomen en relación con la constitucionalidad de la amnistía del 'procés' catalán.

Rechazo unánime

Cuatro de esos ocho magistrados son progresistas y otros cuatro conservadores. Pero la vicepresidenta, Inmaculada Montalbán, que presidirá en ausencia de Conde-Pumpido, no será dirimente porque la recusación promovida por el PP contra el presidente del TC no cuenta con el apoyo de los magistrados progresistas, pero tampoco con el de los conservadores.

Existe una opinión general de que el motivo alegado por el PP para tratar de apartar al presidente del tribunal carece de fundamento: no se le puede negar su participación en los procesos sobre la amnistía por el hecho de que hace tres años Conde-Pumpido decidiera apartarse de los recursos de amparo interpuestos por los encausados por el Tribunal Supremo en el 'procés', demandas cuyo objeto no tenía nada que ver con la ley de amnistía.

Al no debatirse juntas las recusaciones de Conde-Pumpido, Díez y Macías, una vez descartada la del primero Conde-Pumpido podrá intervenir en la resolución de las que afectan a los otros dos recusados. Y una vez rechazada, muy previsiblemente, la de Laura Díez, ésta se reincorporará al pleno, de modo que podría estar asegurada una mayoría progresista para estimar la recusación de Macías y expulsarle del debate del TC sobre la amnistía. 

Trato "asimétrico"

En el escrito que envió ayer al presidente del Constitucional, José María Macías expresa su "rechazo" y "preocupación" por el "fraccionamiento" de la decisión sobre las recusaciones.

"Asimetría del criterio seguido", afirma, "cuyo resultado no es en absoluto neutro: conforme al criterio de ordenación que [Conde-Pumpido] ha decidido aplicar, los cuatro magistrados recusados y abstenido estaremos lógica y correctamente excluidos de participar en su recusación, pero en caso de ser rechazada, parece que usted podrá participar en un Pleno posterior en el que se decida sobre la recusación de la magistrada Díaz y la mía".

"Si, adicionalmente a ello, decide después fraccionar la decisión relativa a las recusaciones de la magistrada Díaz y la mía, anticipando la de ella, tanto usted como la magistrada Díaz participarán en mi recusación, pero yo no en la suya ni en la de la magistrada Díaz", añade.

Para este magistrado, el "fraccionamiento" de las recusaciones es contrario a la Ley Orgánica del Poder Judicial, de aplicación supletoria en el TC en materia de recusaciones.

"Cuando son varios los magistrados recusados, el incidente es decidido por una Sala en la que no participa ninguno de los magistrados recusados, de manera que no intervienen en la decisión de su propia recusación ni en la de los demás que también lo hubiesen sido", señala.

Esta regla es la que se ha seguido en el TC "en los precedentes más cercanos", dice en referencia a las recusaciones de Juan Carlos Campo y Laura Díez en asuntos que afectan al Gobierno. 

Y es también el mismo criterio aplicado en las recusaciones pasadas, a excepción de una en la que estaba en juego el propio quorum exigido por la ley para la conformación del tribunal, que ahora no está en juego.

Para Macías, dada la "intensa relevancia social" de los procesos relacionados con la ley de amnistía, el criterio decidido por el presidente "puede generar la indeseable apariencia de conformación de Plenos a la carta para asegurar una determinada composición" del tribunal.

Esa apariencia "se incrementa", considera, por la "insólita conducta" de la Abogacía General del Estado, que, sin esperar siquiera a la admisión a trámite del recurso del PP, ha recusado a Macías. 

"Fraude de ley"

De este modo, el fraccionamiento de la resolución de las recusaciones "daría carta de naturaleza y haría que surtiera todos sus efectos lo que podría ser un fraude de ley dirigido precisamente a provocar la asimetría que rechazo".

Para el juez Macías, "en un asunto de perfiles sencillamente históricos, entiendo necesario extremar la prudencia para no facilitar que se abonen discursos que pretendan que la formación del Tribunal obedece a dejar fuera de él determinadas opiniones o concepciones jurídicas, no por haberlas expresado en el pasado, algo que desde la perspectiva de la doctrina de nuestro tribunal es legítimo e irrelevante, sino sencillamente por haberlas tenido. Ello perjudicaría la concepción democrática del pluralismo político que está en la base de la fórmula de selección de los magistrados de este Tribunal que se contiene en nuestra Constitución".

Esa apariencia "redundaría en perjuicio del crédito del tribunal", estima Macías, que pide a Conde-Pumpido que, además de la recusación dirigida contra él, "incluya también las recusaciones que se han presentado con relación a la magistrada Díaz y a mi persona, en las que no deberemos participar ninguno de los magistrados recusados ni el magistrado ya abstenido".