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La Audiencia Nacional ha condenado a un total de 26 años y 9 meses de cárcel a cada uno de los dos etarras que en octubre de 2008 hicieron explotar un coche-bomba en la Universidad de Pamplona (Navarra).

Al estallar, el vehículo, cargado de 80 kilos de explosivos, provocó 168 heridos de diversa consideración, así como numerosos daños materiales.

En una sentencia fechada este jueves, los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal imponen a los acusados Iurgi Garitagoitia Salegi y Joanes Larretxea Mendiola unas penas de quince años de cárcel por un delito de estragos; dos años por robo de vehículo a motor y un año, siete meses y quince días por seis delitos menos graves de lesiones.

Todo ello se suma a multa de 12 meses y quince días por cada uno de los 162 delitos de lesiones leves. El valor total de la sanción es de 87.480 euros para cada acusado.

En el relato de hechos probados, la sentencia narra que los procesados, entre octubre de 2008 y febrero de 2009, fueron miembros liberados del comando Ezuste de ETA, a la que define como una "organización terrorista que ejecutaba ataques violentos contra las personas y el patrimonio para conseguir de la independencia del País Vasco del resto de España".

"En el desarrollo de la estrategia de causar temor en la población y tratar de conseguir sus objetivos por medios violentos, planearon detonar un coche cargado de explosivos en el campus de la Universidad de Pamplona (Navarra); concretamente, el aparcamiento sito frente a la biblioteca de Humanidades", relata la resolución. Y así sucedió.

A las nueve de la mañana del día 29 de octubre del 2008, los acusados estacionaron el vehículo en el aparcamiento este del Edificio Central de la UNAV, junto al edificio de la Biblioteca de Humanidades.

A las 10:58 horas se produjo la explosión, que causó heridas de diversa gravedad a un total de 168 personas, que fueron atendidos en los centros médicos de la capital.

Además, el atentado causó numerosos desperfectos materiales y afectó a 98 vehículos, al ala derecha del edificio principal de la Universidad y a otros inmuebles aledaños.

Los dos acusados, a preguntas del Ministerio Fiscal, reconocieron los hechos. Por ello, el tribunal, tras analizar todas las pruebas y habiendo reconocido los hechos los procesados, concluye, "sin género de duda", que Iurgi Garitagoitia y Joanes Larretxea fueron los autores del atentado.