Los etarras Aitor Aguirrebarrena, conocido como Peio, y Asier Arzalluz (Santi), han reconocido este martes en la Audiencia Nacional su participación en el asesinato del periodista de El Mundo José Luis López de Lacalle. El crimen fue cometido el 7 de mayo del año 2000 en Andoain (Guipúzcoa), cuando la víctima regresaba a casa de recoger la prensa en un quiosco.
"Sí, reconozco los hechos", han señalado ambos a la única pregunta que les ha formulado el tribunal. Por ello, la Fiscalía solicita para cada uno de ellos 26 años de cárcel.
Este martes, tras su brevísima declaración, ha testificado por videoconferencia el ertzaina que elaboró informes sobre el asesinato, por el que ya fue condenado como autor material del mismo el etarra José Ignacio Guridi Lasa.
Además de los 26 años de cárcel que solicita para cada uno de ellos por "terrorismo de causación dolosa de muerte como cooperadores necesarios con la agravante de alevosía", la Fiscalía también pide que ambos acusados indemnicen a los familiares del columnista con 300.506 euros.
Cabe recordar que por este crimen ya fueron condenados Guridi Lasa, como autor material, y Francisco Javier García Gaztelu (el sanguinario etarra conocido como Txapote), como la persona que organizó y ordenó el asesinato.
'Comando Totto'
Arzalluz y Aguirrebarrena fueron incluidos en este procedimiento después de que la Policía y la Guardia Civil concluyeran que ambos eran los otros miembros del comando Totto, el que atentó contra López de Lacalle, que faltaban por identificar.
A esta conclusión llegaron después de analizar la documentación hallada en una casa ubicada en Castres (Francia), donde existía un almacén de material logístico de ETA.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por los familiares del periodista asesinado, ha solicitado al tribunal que condene a Peio y Santi como autores del asesinato, y no como cooperadores necesarios, y les imponga sendas penas de 30 años de cárcel.
Entiende esta acusación que ambos actuaron "al mismo nivel de participación que Guridi Lasa" y que el atentado se perpetró de forma conjunta "en concierto de voluntades y con unidad de propósito", tal y como ha expresado este martes su abogado en el juicio.
El letrado defensor de los acusados, "por expreso deseo" de los mismos, ha declinado participar en la fase de la vista oral dedicada a leer los informes. Los dos etarras también han renunciado a su turno de última palabra y el juicio ha quedado visto para sentencia.