Mohamed El Gharbi, un yihadista condenado a más de siete años de cárcel por la Audiencia Nacional, se ha fugado de España.
Así consta en la documentación a la que ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL: una resolución, de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal —fechada este mismo miércoles, ordena a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tratar de localizarle— y un informe de la Fiscalía que advierte al tribunal de esta circunstancia.
"El reo se quitó el dispositivo electrónico de seguimiento sin que nadie lo advirtiera y abandonó el territorio español sin que nadie se lo impidiera; todo ello, pese a las prohibiciones impuestas por esta Sala", reza la citada resolución, que ordena que la Policía investigue cómo ha podido suceder este hecho.
El Gharbi fue uno de los condenados por el llamado frente de cárceles yihadista, un grupo de presos que loaban al Estado Islámico a través de las cartas que se intercambiaban clandestinamente cuando estaban entre rejas. También trataron de cohesionar a los receptores de estas misivas bajo los preceptos del islamismo radical.
El considerado como líder de esta red, Mohamed Achraf, también se encuentra huido de España desde, al menos, diciembre de 2023. Tal y como desveló este periódico, la Policía le ha buscado, sin éxito, en su país natal, Marruecos, tras hacerlo antes en Francia.
Por tanto, ya son dos de los acusados por esta causa los que han huido, antes o después, de España.
El 'frente de cárceles'
El recorrido judicial del frente de cárceles yihadista es particular. Fueron juzgados en una primera ocasión y resultaron absueltos. Todos ellos. La Fiscalía recurrió aquella sentencia y la Audiencia Nacional ordenó al tribunal que elaborara un segundo fallo, debido a las contradicciones del primero.
No obstante, la segunda sentencia también exoneró a los acusados. El Ministerio Público, de nuevo, volvió a impugnarla. Y la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional ordenó que volviera a repetirse el juicio.
Finalmente, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal condenó a Mohamed El Gharbi y a Karim Abdeselam Mohamed. Y absolvió al tercer acusado, Abdelah Abdeselam Ahmed. Mohamed Achraf, el líder del grupo, no fue juzgado en esta segunda ocasión, al ya estar fugado de España.
Pero, ¿por qué ha escapado ahora El Gharbi? Fuentes jurídicas explican a EL ESPAÑOL que éste había recurrido ante el Supremo su condena. Al haber cumplido ya los cuatro años que la ley permite, como máximo, para la prisión provisional, quedó en libertad, pero con una pulsera de seguimiento, a la espera de que se pronunciase el Alto Tribunal.
Como consta en la documentación en poder de este periódico, el yihadista se ha desprendido de este brazalete y no está ya en España.
La condena
¿Por qué fue condenado, finalmente, el frente de cárceles yihadista? En su tercer fallo, el único condenatorio, la Audiencia Nacional consideró probado que El Gharbi y Karim Abdeselam "tomaron la decisión de cohesionar a los internos encarcelados por delitos relacionados con el terrorismo yihadista y liderarlos para que no abandonasen dicho ideario".
Lo hicieron a través de cartas movidas clandestinamente por varias prisiones entre 2014 y 2019. Ambos acusados fueron condenados por los delitos de captación y adoctrinamiento terrorista, con la agravante de reincidencia, pero no por colaboración con organización terrorista, que sí les atribuía el Ministerio Fiscal.
La finalidad de estas misivas era que sus receptores actuaran "conforme a directrices comunes, que incluían mantenerse fuertes y unidos durante su estancia en prisión, para que ninguno de ellos se viera tentado de abandonar la yihad armada (...) ni se relajasen en el cumplimiento de sus obligaciones como yihadistas, para continuar con la lucha una vez puestos en libertad".
Además de El Gharbi y Abdeselam Mohamed, fue juzgado por estos hechos un tercer acusado, Abdelah Abdeselam Ahmed, el único exculpado. La Sala le absolvió, ya que, aunque la sentencia admitía que las cartas que envió incluían "contenido beligerante" y "rigorista desde una perspectiva religiosa", no aparecen en estas misivas "emblemas o dibujos de la organización terrorista Daesh/Estado Islámico que permitan afirmar, sin ningún atisbo de duda, que con ellas se quisiera aleccionar a otros internos con la finalidad de llevar a cabo actos de naturaleza terrorista".
Vínculos con ETA
Los dos únicos condenados, por tanto, fueron Mohamed El Gharbi y Karim Abdeselam. La sentencia condenatoria también recogía los vínculos del líder de este grupo, el fugado Achraf, con algunos presos de ETA, con los que coincidió en prisión.
De hecho, la terminología frente de cárceles es similar a la empleada por el entorno proetarra para sus presos. "Muy probablemente habría llegado a conocimiento [de los condenados] por el contacto mantenido desde hacía tiempo por el acusado rebelde [Mohamed Achraf] con internos de la citada organización terrorista [ETA]", señalaba la sentencia condenatoria.
Tanto es así que El Gharbi llegó a iniciar una huelga de hambre el 19 de enero de 2016, del mismo modo que, "con anterioridad, lo había hecho el acusado rebelde [Achraf], como instrumento de presión, al igual que hacían los internos de la organización terrorista ETA".
La fuga de Achraf
La fuga de Achraf no fue la primera que cometía. Antes, había huído de España el 17 de diciembre de 2002 y el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional ordenó detenerle.
Finalmente, fue arrestado en Suiza y entregado en octubre de 2005 para ser juzgado. Acabó condenado en 2008 a una pena de 14 años de prisión por liderar otro grupo terrorista, con cuyos miembros había trazado un plan para volar con explosivos la misma Audiencia Nacional que luego le condenaría por dicho propósito.
Cuando se produjeron los hechos por los que se enjuició al frente de cárceles yihadista, este marroquí estaba en la cárcel de Estremera (Madrid) cumpliendo dicho fallo. Como se ha mencionado, no se sentó en el banquillo en el segundo juicio, porque ya había escapado de España. Aún sigue en paradero desconocido.