El exministro de Transportes y actual diputado José Luis Ábalos ha declarado este jueves en el Supremo, que instruye una de las ramas del caso Koldo.
Ante el Alto Tribunal, el también exsecretario de Organización del PSOE ha subrayado que, más allá de un contacto esporádico, apenas tenía relación con el empresario Víctor de Aldama, considerado por la Guardia Civil como el "nexo corruptor" de la supuesta trama criminal investigada en esta causa, que habría cobrado comisiones a través de contratos públicos.
Ahora bien, durante su declaración, Ábalos ha insistido en que nunca cobró comisiones. Ni por el contrato de suministro de mascarillas sanitarias al Ministerio de Transportes ni por diversas obras públicas que Aldama aseguró que fueron "pre-adjudicadas" a cambio de mordidas para el exministro.
Ahora bien, en ese punto de la declaración, el fiscal jefe anticorrupción le ha preguntado por el incremento presupuestario que estos contratos sufrieron una vez ya habían sido adjudicados a determinadas empresas. Esos sobreprecios, posteriores a la concesión y en los que podrían residir las supuestas irregularidades, eran aprobados por el director general de Carreteras, cargo adscrito al Ministerio de Transportes. En todo caso, Ábalos ha negado cualquier irregularidad en estas operaciones.
El ex número dos del PSOE, por contra, sí ha señalado que quien tenía relación con Aldama era Koldo García, quien fue su principal asesor y hombre para todo durante su etapa en el Ministerio de Transportes y al frente de la Secretaría de Organización del Partido Socialista.
Una vez había declarado, Ábalos ha manifestado ante la prensa que "no se ha quedado nada en el tintero" durante su interrogatorio. En efecto, el juez del Supremo Leopoldo Puente le ha preguntado por todos los asuntos vinculados a esta causa judicial: el rescate de la aerolínea Air Europa, el contrato concedido a la empresa Soluciones de Gestión SL para el suministro de mascarillas a Transportes...
También, acerca del chalé de Cádiz del que disfrutó en verano de 2021 y que adquirió el considerado comisionista de la trama, Víctor de Aldama, y que la Guardia Civil investigó por si pudiera constituir una dádiva en favor del político. Ábalos ha avanzado que entregará en el Tribunal Supremo documentación que acredita que abonó varios miles de euros por el alquiler de esta vivienda de lujo.
En el caso Koldo, el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional investigan una trama de empresarios, dirigentes y funcionarios que, supuestamente, habría cobrado comisiones ilegales a través de la adjudicación de varios contratos públicos concedidos al inicio de la pandemia de la Covid-19.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, Ábalos ha manifestado dentro del Supremo que entregará un informe pericial que contradice la auditoría encargada por el actual ministro de Transportes, Óscar Puente, relativa a los contratos bajo sospecha. También, documentación que acredite que pagó varios miles de euros por disfrutar del chalé gaditano.
Víctor Ábalos
El instructor del Supremo encargado de esta causa, Leopoldo Puente, también ha mencionado a Víctor Ábalos, el hijo del exministro al que Aldama, en un escrito que envió recientemente al Supremo, implicó en el supuesto cobro de comisiones.
"Se tiene constancia de que determinadas constructoras suscribieron contratos de consultoría, para gestiones de obras adjudicadas en el extranjero, que encubrían comisiones por adjudicaciones de obra pública en España con Víctor Ábalos", indicó el letrado de Aldama en dicha documentación.
Este jueves, el juez Puente le ha preguntado Ábalos por la actividad a la que se dedica su hijo. El político ha confirmado que su primogénito posee una consultora para obras y que la compañía tiene como clientes a varias constructoras. Pero, según ha dicho, todas son extranjeras.
A lo largo de su declaración, Ábalos se ha desvinculado de Aldama, al que ha presentado como cualquier otro empresario con intereses en el ámbito del que se encarga el Ministerio de Transportes. En varias ocasiones, el exministro ha subrayado que quien tenía relación con el empresario era Koldo García.
Puente también ha consultado a Ábalos por el piso de 250 metros cuadrados en la Castellana, en Madrid, que Aldama mencionó en la documentación que entregó en el Supremo. El empresario presentó la vivienda como una garantía en favor de las supuestas comisiones por obra pública que atribuyó a Ábalos.
Según consta en aquel escrito, el exministro iba a adquirir, "sin contraprestación, el inmueble, como garantía del cumplimiento del compromiso de varias constructoras de abonar comisiones (...) por contratos públicos decididos antes de su licitación".
El instructor del caso, Leopoldo Puente, ha advertido que el precio que figura en el contrato de alquiler del piso, 750.000 euros, debido a la zona en la que se encontraba el domicilio, era muy bajo.
En todo caso, Ábalos ha manifestado que nunca llegó a firmar ningún acuerdo con Aldama sobre dicha vivienda y, de nuevo, ha negado haber cobrado comisiones irregulares.
El piso de Jésica
Ábalos también ha asegurado que no tenía constancia de quién le pagaba el alquiler de su piso a Jésica, una joven que fue novia del exministro y que disfrutó, entre 2019 y 2022, de un apartamento en la Torre España, en la madrileña Plaza de España.
Según un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, quien abonó este alquiler (un total de casi 90.000 euros) fue un socio de Aldama.
Las acusaciones populares de esta causa personadas en la rama que instruye el Supremo no han podido acceder a la declaración de Ábalos. Este miércoles, a escasas horas de que se celebrase, el juez Puente acordó agruparlas a todas ellas en una sola, bajo la dirección letrada del abogado del PP.