Tomás Serrano.

Tomás Serrano.

Tribunales

El juez también incluye en la investigación a García Ortiz la nota sobre el novio de Ayuso y la filtración de la denuncia

El magistrado Hurtado mencionó esos dos acontecimientos como elementos con posible relevancia penal cuando el fiscal general reclamó que le informara de los hechos que se le atribuyen.

Más información: García Ortiz niega haber filtrado el 'mail' del novio de Ayuso pero alega que "la mentira no puede ser un secreto"

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La nota de prensa hecha pública por la Fiscalía para desmentir que hubiera ofrecido a la pareja de Isabel Díaz Ayuso un acuerdo de conformidad para que reconociera un fraude tributario sigue dentro de la investigación al fiscal general como hecho con posible relevancia penal. Lo mismo sucede con la filtración a la prensa de la denuncia por dos delitos fiscales y falsedad documental interpuesta contra Alberto González Amador.

Esos dos hechos, junto a la filtración del correo que el abogado del novio de Ayuso envió a la Fiscalía de Delitos Económicos el 2 de febrero de 2024 reconociendo que "ciertamente [González Amador] ha cometido dos delitos contra la Hacienda Pública", conforman las tres patas de la investigación contra Álvaro García Ortiz, según le explicó ayer el instructor del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, nada más empezar la comparecencia del fiscal general.

Pese a que la Sala Penal del Supremo quitó trascendencia a la nota de prensa ("aparentemente, no hay información indebidamente revelada") y pese a que en la resolución del pasado 15 de octubre, cuando abrió la causa, los magistrados ni siquiera hicieron referencia a la filtración de la denuncia por presunto fraude tributario que el fiscal Julián Salto presentó contra González Amador el 5 de marzo de 2024, ninguno de esos dos elementos ha desaparecido como objeto de la instrucción cuya delimitación, por otro lado, corresponde a Hurtado y no a la Sala de admisión.

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a su llegada ayer miércoles al Tribunal Supremo.

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a su llegada ayer miércoles al Tribunal Supremo. Daniel González Efe

García Ortiz compareció ayer durante una hora y media ante el instructor en calidad de investigado por un presunto delito de revelación de datos reservados relativos al expediente tributario de González Amador. Entró por la puerta principal del Tribunal Supremo, la reservada a las autoridades, y se sentó en estrados junto al abogado del Estado que le defiende. Dos formas poner de relieve su condición de fiscal general del Estado, reafirmada solo 24 horas antes por la Sala de lo Contencioso-Administrativo en una sentencia unánime que rechazó anular su nombramiento.

Ataviado con una corbata azul adornada con pequeñas balanzas de la Justicia -la misma que precisamente ayer lució en una entrevista en La Hora de La 1, de RTVE, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, férreo defensor del fiscal general- García Ortiz iba preparado para contestar a las tres patas concretadas por Hurtado.

De hecho, incorporó datos que no se habían manejado hasta ahora en la instrucción. Uno de ellos, que la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, debió dar a la interposición de la denuncia contra González Amador el mismo tratamiento que a otras denuncias y querellas presentadas por fraude fiscal: difundir una nota de prensa.

Así lo ha hecho la Fiscalía Superior con Xabi Alonso, Carlo Ancelotti, Javier Mascherano o Borja Thyssen, citó el fiscal general. Nunca se ha considerado revelación de secretos.

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García Ortiz mencionó también que, cuando en la noche del 13 de marzo de 2024 le llegó el correo incriminatorio de González Amador, observó que la defensa del empresario adjuntó a ese 'mail' un completo escrito de ocho páginas con todo lujo de detalles sobre supuestos actos delictivos y cuotas defraudadas por su cliente.

Ese documento no fue filtrado ni utilizado en la nota de prensa, lo que hubiera tenido sentido si, de acuerdo con la tesis acusatoria, el fiscal general se hubiera concertado con algunos de sus subordinados para revelar datos que perjudicaran a la pareja de la presidenta madrileña.

García Ortiz insistió en que la única finalidad que persiguió con la nota de prensa (para cuya elaboración tuvo que pedir los correos electrónicos que se cruzaron el defensor de González Amador y el fiscal Salto) fue defender el buen hacer profesional de la Fiscalía madrileña, que estaba siendo puesta en cuestión desde la Comunidad de Madrid por su actuación con la pareja de Díaz Ayuso.

El fiscal general hizo una encendida defensa de los dos subordinados que se encuentran investigados en esta causa, la fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez, y el teniente fiscal de la Secretaría Técnica, Diego Villafañe, y expresó su "dolor" por el hecho de que se encuentran en esa situación procesal "solo por hacer su trabajo de dación de cuenta prevista en el artículo 25 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal".