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Nancy Charles y Gloria Tshipata son dos jóvenes, una de Tanzania y la otra de Malaui. Las dos quieren ser médicos y se benefician del programa de educación digital de ProFuturo, impulsado por la Fundación 'Telefónica' y la Fundación 'la Caixa'. Ambas han conseguido dispositivos conectados a sus compañeros y a su profesor con los que podrán digitalizar su formación

Magdalena Brier, directora de ProFuturo, tiene claro que la tecnología, que a muchos países no ha llegado, es fundamental para la mejora de la educación. "Es la gran oportunidad para transformar sus países", afirma. 

Además de dispositivos, ProFuturo proporciona una plataforma educativa con el apoyo necesario para hacer las clases más dinámicas, interactivas y lúdicas. Esto consigue que la motivación de los alumnos suba tanto como baja el absentismo, que en las zonas más vulnerables es muy elevado. El 83% de los docentes del programa asegura que se produce una mayor asistencia a clase

Madalena Brier, directora general de ProFuturo Sara Fernández

Pero aún más importante es la formación de los profesores, encargados de que la educación caiga en cascada. Los contenidos ocupan matemáticas, ciencias, idiomas y ciudadanía digital desde un ángulo "universal, pero pretendemos que sea adaptable por cualquier país del mundo". Brier también apostilla que lo ideal es que los mismos profesores, conocedores de la realidad más cercana, completen esos programas para acercárselos a los alumnos.

La maleta de ProFuturo

Una de las dificultades en lugares remotos de Ruanda, Tanzania, Malaui o Líbano es la conectividad. La organización ha diseñado un paquete con un PC, hasta 40 tabletas con el material precargado y un rúter que permita a los dispositivos conectarse entre ellos, aunque no haya internet. Este sistema los conecta a una intranet que, con todo, necesita de acceso a internet de manera regular para actualizar los datos.

La inversión total, según el informe anual 2023 de la organización, es de 28 millones de euros. Pero la educación es un derecho que requiere inversión para obtener calidad. Aunque ProFuturo es parte de Fundación 'Telefónica' y Fundación 'la Caixa', la financiación sigue siendo un reto. Por ello, el miércoles 23, anunciaron la ampliación de una colaboración con American Tower. 

"Desde ProFuturo queremos construir alianzas que nos ayuden a mantener el proyecto", cuenta Brier. "La tecnología queda obsoleta y ahora necesitamos alianzas que financien esa renovación de equipamientos".

Maleta ProFuturo con 1 PC, 40 tabletas y que permite la conexión entre la comunidad escolar. Sara Fernández

Formación de los profesores 

Pero lo más importante del proyecto no son los dispositivos, sino las personas. Por eso el primer paso es la formación de los profesores. Para conseguir un cambio real se requiere que los docentes transformen su manera de enseñar, poniendo a los niños y niñas en el centro

Ahora los docentes pueden tener información casi en tiempo real del avance de las clases, cuáles son los puntos que más esfuerzo y tiempo requieren, si usan la plataforma con regularidad y cuáles son los contenidos más consultados. 

ProFuturo tiene presencia, a través de entidades locales, en 39 países y opera en 5.000 escuelas. Desde 2016, se ha formado a 1,5 millones de docentes

Es el caso de Raimundo Cruz, de la Escuela Indígena Municipal Kanata T-Ykua, en la Amazonia brasileña. "Empecé a compartir mis conocimientos a los 14 años y nunca me he imaginado haciendo otra cosa", dice. Fue hijo del movimiento indígena que reivindicaba su identidad propia en los 90 en Brasil.

Ahora su escuela ha conseguido un programa para combinar los conocimientos tradicionales, un plan de estudios convencional y la tecnología: "Desarrollamos nuestra propia metodología y poco a poco fue tomando forma, ¡hoy tenemos la pedagogía propia de la escuela en kambeba, el lenguaje indígena!". Este es el tipo de iniciativas que busca ProFuturo para que los docentes puedan adaptar los programas a sus realidades. 

La educación es una oportunidad única para conseguir la transformación y modernización. Y también las mismas personas implicadas lo ven así, e intentan colaborar con el proyecto en la medida de lo posible. Desde los instructores que ayudan a los docentes a manejar la plataforma hasta las propias familias. Brier cuenta que muchas se han organizado para montar placas solares y conseguir energía. 

Magdalena Brier en una de las escuelas en Ruanda a en las que colabora ProFuturo Cedida

En muchos casos, hablamos de países en los que ProFuturo proporciona a docentes y alumnos el primer contacto con la tecnología. Como dijo Derek Bok, presidente honorario de la Universidad de Harvard: "Si piensa que la educación es cara, pruebe con la ignorancia".