Desde el momento posterior al desastre de la DANA, el Gobierno encargó al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) poner en marcha instrumentos financieros para las empresas afectadas. Y eso es lo que hizo este brazo financiero de la Generalitat Valenciana que, junto con Afín SGR, ha puesto a disposición de las empresas 350 millones de euros.
“En una situación de destrucción lo más inmediato tenía que ser la aportación de capital con ayudas directas y otras”, ha contado Enrique Montes, director general del IVF durante su intervención en el III Foro Económico de la Comunitat Valenciana, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores.
Así, “planteamos financiación sin coste con plazos de hasta 10 años y unas carencias hasta los tres años. Es decir, la empresa va a tener tres años en los que no va a tener que repagar nada por esta financiación”, ha explicado. Todo ello coordinado con SGR a través de dos líneas: una para ayudar a autónomos y pymes y otra para empresas más grandes.
Asimismo, había empresas que no podían pagar otros créditos contraídos anteriormente con el IVF. “Lo primero que hicimos fue identificar que empresas clientes que podían estar afectadas por la DANA. Identificamos unas 700 y les ofrecimos una moratoria de un año”, señala. Hasta la fecha, han recibido 105 solicitudes y ya han resuelto 98.
Enrique Montes ha reconocido lo complicada que ha sido la operativa y cómo han asumido un perfil de mayor riesgo ante esta situación.
A pesar de haberse volcado con las empresas afectadas por la DANA, Montes ha comentado que no van a dejar de lado su apoyo inversor a los emprendedores. “Casi vamos a duplicar 100 millones en inversiones en los próximos años”, ha afirmado.
En cuanto a la economía, desde el IVF han reconocido que la DANA podría tener un impacto en el 1% del PIB a nivel de España. “Es un evento equiparable al huracán Katrina en EEUU. Estamos hablando de una magnitud muy importante”, ha asegurado.
De hecho, ha recordado que hay estudios que dicen que “en 2024 y 2025 se estima que el crecimiento se desacelere dos décimas y después en 2026 puede haber un efecto rebote”.
Por sectores, Montes cree que “en la construcción puede haber una recuperación más rápida, en el sector servicios será más moderada y vemos más costoso el sector primario e industrial”. Pero “todo dependerá de las medidas que seamos capaces de poner en marcha todos”, ha continuado.