Hay dos cosas claras sobre las energías limpias en Andalucía: existe un mar de posibilidades y falta agilidad para aprovecharlas. Es al menos el diagnóstico de Víctor Trabadela, director técnico de Cox Energy EPC, y Rafael Sánchez Durán, director general en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla de Endesa, que han debatido sobre la situación del sector en el IV Foro Económico Español en Andalucía.
El tema a abordar era "La nueva realidad de las energías limpias en Andalucía" y la sensación de ambos es que se trata de un camino sin retorno. "Se crea o no en el cambio climático", ha enfatizado Sánchez.
"El mercado se prepara para lo que viene", ha señalado por su parte Trabadela, que ha remarcado la "intensidad" con la que se han desarrollado proyectos en los últimos tres años. Particularmente, lo que Trabadela ve venir es hidrógeno verde, que prevé como clave dentro de una década.
Con el hidrógeno, ha señalado, viene de la mano el amoníaco. Grandes ambiciones que chocan con el almacenamiento, el elefante en la sala. ¿Qué falta? "Habría que motivar las inversiones en ese almacenamiento", ha opinado, y salpimentarlo con un "marco regulatorio claro".
En suma: "Que sean rentables sin que se tenga que ir al rescate con medidas como el Perte. Que se incentive esa inversión".
Para Sánchez, "antes que el almacenamiento está la flexibilidad". "En el almacenamiento hay que ser agnóstico en las tecnologías", ha confesado.
¿Hay algo que no se esté haciendo bien en la comunidad en lo referido a las energías limpias? ¿Dónde hay margen para mejorar? "Andalucía tiene unos recursos envidiables y potencial tremendo, creo que se está aprovechando pero no podemos ser autocomplacientes", ha considerado Trabadela.
Y hay que ser más ágiles, ha agregado. Por ejemplo en el marco regulatorio, aunque corresponda más al Gobierno central. También, como cierre: aprovechar mejor quizá si cabe el tejido industrial y el conocimiento que tenemos en la región.
Mientras, Sánchez ha remarcado la necesidad de unir a los actores en la cadena de valor. "No me gustan las subvenciones, creo que distraen del foco y producen un efecto cíclico: si no ayudas me olvido y desaparezco".
"Yo no estoy en vender productos energéticos fuera, sino en: "aquí está la energía barata y que venga la industria a Andalucía", ha concluido.