Cox salió a cotizar hace diez días y en ese tiempo ha asumido dos cosas: que su debilidad es la liquidez de la acción -arrancó al rango más bajo del precio previsto- y que tendrá que demostrar ahora cada trimestre de qué pasta están hechos y trabajar a fondo, porque no descartan luchar por ser opción a entrar en el selecto Ibex 35.
Así lo ha expuesto el presidente de la compañía, Enrique Riquelme, durante su intervención en el I Observatorio de la Energía 'La transición energética: retos de la descarbonización ante los nuevos escenarios', organizado por EL ESPAÑOL-Invertia.
En la cita se ha referido a la salida al parqué como un "hito que remarca el gran cambio" vivido por la firma, teniendo en cuenta que ha pasado apenas año y medio desde que adquirieran las unidades productivas de Abengoa.
La operación generó una empresa especializada en energía y agua, un aspecto este último en el que acumulan gran experiencia con los activos y equipos sevillanos -responsables de un 10% del total de agua desalada mundial-, y que ahora abre una nueva etapa.
"Ahora hay que ir trimestre a trimestre superando nuestras propias expectativas", ha remarcado Riquelme. Para el presidente de Cox "sin duda" optar al Ibex 35 está en el horizonte, aunque no a corto plazo; primero habrá que atender la "debilidad" identificada y fortalecerse.
"Estamos muy cómodos con los próximos cuatro años que tenemos por delante" en su plan estratégico, ha asegurado, pero habrá que tener presente, ha advertido, el tamaño de la empresa, que es aún modesta. La prioridad es no "poner en riesgo al accionista".
"Tiene que ser un crecimiento muy sólido, permitir que sea una compañía ágil, mejorando los procesos", ha insistido."Tenemos debilidades para entrar en el Ibex 35, que es la liquidez de la acción. Pero trabajaremos en ella en próximos meses y en próximos años para poder estar y ser opción para entrar en el Ibex 35", ha zanjado.
Al margen de la cuestión de la cotización, Riquelme ha destacado que para los próximos años ven muchas opciones en el negocio del agua. "Cada vez necesitamos más energía, pero cada vez hay más energía, muchas veces se ve como una commodity. Pero en cuanto a agua, el 0,02% del agua que hay en el mundo es agua no salada. Cada vez necesitamos más agua, es una realidad", ha reflexionado.
El objetivo de la compañía es integrar esas habilidades para crear desde cero el abastecimiento energético que la desalación necesita. "Nos permite hacer las plantas más eficientes", ha indicado.
Cox está desarrollado nuevas tecnologías y enfocándose en conseguir que toda esta demanda energética del agua pueda suplirse con energía solar y almacenamiento, sin perder de vista, ha apuntado Riquelme, que gran parte de la clave está en gestionar esa energía vista como commodity.
"Vemos que la eficiencia va a venir por la sostenibilidad. El valor lo tienes dependiendo de esa gestión, ha remarcado. A su juicio, en España es esperable que haya buenos precios para el consumidor, "y malos para el generador" en cuanto a energía diurna, pero no por ello se debe frenar: "Hay que seguir invirtiendo en renovables y por nuestro lado la gran inversión será la gestionabilidad de esa energía".
Finalmente, con respecto a los centros de datos, ha comentado que les interesa, pero "únicamente como proveedor de agua y energía". "Somos aún una compañía pequeña que tenemos que demostrar al mercado, pero sí somos solventes y poner foco a lo que hacemos. Los centros de datos son mercado muy atractivo, pero como clientes".
Actualmente participan en el desarrollo de soluciones de almacenamiento de energía para centros de datos, pero será algo que, "si todo va bien", se proyecte ya para su siguiente plan estratégico. Ahora, ha precisado, lo que toca "es proveer energía renovable y agua de calidad a buen coste".