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Los representantes de las comercializadoras de energía y de la industria coinciden en que los elevados precios medios de la energía restan competitividad al sector, dado que hay ciertos sectores que no son capaces de seguir funcionando a estos costes.

"La consecuencia de estos precios altos la estamos viviendo ya hoy. Con estos precios máximos que estamos adquiriendo en estos últimos días y semanas, la industria empieza a parar", ha afirmado Pedro González, director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), durante su intervención en el I Observatorio de la Energía La transición energética: retos de la descarbonización ante los nuevos escenarios, organizado por EL ESPAÑOL-Invertia.

En su opinión, "no hay capacidad de producir con estos costes y la respuesta lógica económica inmediata es paralizar la producción".

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"La gran industria está reduciendo su nivel de actividad como consecuencia de los precios. Es una realidad que el año que viene va a ser peor", ha advertido González.

Y es que, como ha explicado el director general de AEGE, "si alguien cree que una gran industria puede competir con precios eléctricos de 70, 80 o 90 euros el megavatio hora (MWh), que se lo haga mirar".

"Si lo que queremos es un discurso en el cual nos conformamos con decir que somos más baratos que Polonia o Italia, pues vale. Pero, ¿queremos jugar la Copa de Europa o el Mundial? Esa pérdida de ventaja competitiva es alarmante cuando queremos buscar una sostenibilidad y una industria de futuro", ha añadido.

Como ha contado, en la actualidad el precio medio de la energía este año va a ser de 60 euros el MWh, pero cuando le sumas los costes del servicio de ajuste ese precio se convierte en 72 euros el MWh. "El problema inicial es de nivel de precios y esos niveles de precios son extraordinariamente elevados y nunca vistos", ha dicho.

La volatilidad

La volatilidad de los precios de la energía no ayuda en este escenario. "No solamente observamos volatilidad estacional, sino también en el día. Y los precios del día empiezan a ser bastante inferiores respecto a los nocturnos", ha comentado González.

¿Qué consecuencias tiene esto? Que la industria se tiene que adaptar a los costes energéticos por horarios. "A aquellos procesos industriales que tengan cierta flexibilidad se les está diciendo 'Vayan ustedes a consumir a las horas centrales del día' y esa es la respuesta natural que están dando", ha explicado.

Eso sí, no es tan fácil como parece, pues esta adaptación implica movilizar a plantilla a otros esquemas horarios, adaptar los recursos... "Pero, desde luego, es la señal que se nos está transmitiendo y será la señal a la que terminaremos dando respuesta", ha añadido.

Por su parte, Luis García Sáenz, director general de Contigo Energía, ha afirmado que "comercializar energía eléctrica es un deporte de riesgo" y en este escenario la volatilidad de los precios es un reto.

"Respecto al mercado mayorista, el precio del pool, la volatilidad que estamos teniendo está en todos los horizontes, desde el corto plazo hasta el largo plazo", ha dicho.

Según ha contado, en el largo plazo se ha pasado en los últimos cuatro años de unos valores de referencia promedio de 30 euros el MWh a las medias históricas anuales, que están en "110, 160, 90 euros el MWh". "Y vamos a cerrar el 2024 aproximadamente en 60 euros el MWh", ha anticipado.

La cuestión es que la volatilidad no va sólo de año a año. "Esta volatilidad no está exclusivamente en esos horizontes, sino que trimestralmente, mensualmente y diariamente estamos viendo volatilidades muy elevadas", ha añadido.

En este contexto, las comercializadoras se plantean cómo pueden cubrirse de ese riesgo, pues en los mercados de futuros se observa que "cuanta más volatilidad, los mercados son menos líquidos". Además, "los mercados organizados tienen una garantías muy elevadas".

Un coste regulado

"Necesitamos liquidez, que en los riesgos o las garantías que nos pidan los mercados las contrapartes no estén sobredimensionadas, que ahora creemos que están completamente sobredimensionadas", ha apuntado.

Como ha contado, en abril de este año, mientras el precio promedio del pool era de 14 euros el MWh, el sobrecoste asociado a los servicios de ajuste fue "del orden de 20 euros el MWh".

"El problema que tenemos las comercializadoras es que no tenemos posibilidad de cubrir ese riesgo", ha comentado. Por eso, ha reclamado a los reguladores que ese precio "tiene que ser un coste regulado".

"Porque, si no, el problema que tendremos es que las comercializadoras tendremos precios fijos en el mercado mayorista, pero no podremos dar un precio fijo en los mercados de ajuste. Nos encontraremos que tendremos que trasladar el coste al cliente o asumir unas primas muy elevadas", ha concluido.