Fotomontaje de una instalación de hidrógeno verde y otra de biogás.
I Observatorio de la Energía (2024)

El hidrógeno español ya es competitivo en Europa, pero las opciones tradicionales son un 70% más baratas

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La transición energética no puede depender de una única tecnología. Mientras el hidrógeno verde brilla como la promesa a largo plazo, el biometano ya está preparado para desempeñar un papel clave en la descarbonización inmediata. Ambas soluciones, lejos de competir, son complementarias y esenciales para alcanzar los objetivos climáticos globales.

España ha hecho una apuesta muy fuerte por el hidrógeno verde, que se produce mediante fuentes de energía renovables. Se trata de un vector que se postula como la alternativa al gas natural dentro de la economía mundial, pero "sólo a largo plazo", según coincidieron los expertos reunidos este martes en el I Observatorio de la Energía organizado por EL ESPAÑOL - Invertia.

Nacho Casajús, Global Strategy & Growth lead de Exolum, defendió que "hay que avanzar con pasos sensatos y pragmáticos". Aunque el hidrógeno verde es la meta, el proceso será lento y necesitará una visión "daltónica", utilizando también hidrógeno azul o gris, para garantizar una transición justa y asequible.

Tal y como remarcó Arturo Gonzalo Aizpiri, CEO de Enagás, el hidrógeno verde en España ya presenta precios más competitivos que otros países europeos. En la primera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno —en la que los productores pujaron por la retribución mínima que estarían dispuestos a percibir—, España fue el tercer país con los precios de hidrógeno más competitivos.

Hablamos de un hidrógeno verde de 5,8 euros por kilogramo de media, la mitad que Alemania (11,62 euros/kg). Eso sí, todavía está lejos de los 1,5 euros/kg que cuesta el gas natural o los 1-2 euros/kg que cuesta el hidrógeno gris.

Además del precio, otro de los grandes retos que presenta el despliegue del hidrógeno verde se encuentra en su transporte y distribución. Este vector no puede ser transportado con la infraestructura de gas natural existente debido a las diferencias en las propiedades físicas del hidrógeno (por ejemplo, su baja densidad energética y su tendencia a la difusión a través de los materiales).

Por lo tanto, es necesario desarrollar nuevas infraestructuras, como tuberías de hidrógeno especializadas o redes de distribución, que sean resistentes a la fragilidad del hidrógeno y puedan soportar la presión requerida para su transporte. Enagás está trabajando en el diseño de la red troncal del hidrógeno y del proyecto H2Med, que permitirá el transporte de hidrógeno al norte de Europa.

Esta infraestructura aportan, además, "la gestión de la intermitencia de la producción de hidrógeno verde, ligada a la producción renovable, con una demanda que será mucho más estable en el sector industrial", explicó Natalia Latorre, directora general de Transición Energética de Enagás.

En este sentido, el biometano se convierte en una tecnología que da soporte al presente de la descarbonización. "El biometano ya está", aseguró José Luis Gil, director general de Gases Renovables de Naturgy. Ahora, lo que queda "decidir si queremos descarbonizar a España y aprovechar ese potencial a precio bajo o si directamente lo queremos exportar", reflexionó.

La patronal gasista, Sedigas, defiende que España tiene la capacidad de generar biometano suficiente para cubrir el 50% de la demanda de gas natural del territorio. Un desarrollo que, según calcula, movilizaría inversiones de hasta 40.500 millones de euros y generaría más de 60.000 empleos.

Según Miguel Mayrata, director de Redexis Renovables, el gas natural puede ser sustituido por biometano sin necesidad de modificar infraestructuras existentes, ofreciendo una solución inmediata y económica. Esto, señaló, permite avanzar no solo en la descarbonización eléctrica, sino también en la de otros sectores energéticos. José Luis Gil fue más allá al afirmar que "el biometano es, en el 95% de los casos, más eficiente que la electricidad".

Avances en hidrógeno

Aunque todavía queda mucho por hacer para que el hidrógeno verde sea una realidad, en esta último año se han dado pasos claves para alcanzar este propósito. De hecho, en palabras de Gonzalo Aizpiri, la convocatoria de interés ('call for interest') lanzada el pasado 7 de noviembre para un corredor paneuropeo de hidrógeno —en el que intervienen Portugal, España, Francia y Alemania—, ya que es "algo sin precedentes".

Esta iniciativa estará abierta hasta el próximo 18 de diciembre y sus resultados serán presentados en el primer trimestre de 2025. Hasta el momento se observa "un enorme interés" y se registraron más de "800 actores de la cadena de valor del hidrógeno".

"Es hacer un primer test de mercado del que tiene todas las condiciones para ser el gran corredor del hidrógeno verde en Europa. Somos un ejemplo de colaboración europea. Somos cinco TSO de cuatro países. Somos REN en Portugal, Enagás en España, Teréga y GRTgaz en Francia y OGE en Alemania. Con el apoyo también de la Comisión Europea", dijo el ceo del operador gasista.