"Al centro de las ciudades tienen que ir las personas y no los vehículos". Así lo ha asegurado Álvaro Fernández Heredia, secretario general de Movilidad Sostenible del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, quien ha querido destacar el papel que jugará en el futuro del transporte la nueva Ley de Movilidad Sostenible.
Se trata de una normativa que "todo el mundo desea que se cumpla porque llega con 40 años de retraso", ha defendido Fernández en el V Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.
Según el secretario, la Ley de Movilidad Sostenible se aprobará previsiblemente a finales de año. "Es una oportunidad para tener un gran pacto social y de estado y salir con el apoyo mayoritario", ha defendido.
El secretario general destacó tres patas principales de la nueva normativa. En primer lugar, "la introducción de un nuevo derecho a la movilidad sostenible", ha sostenido. Este punto "entiende que la movilidad debe ser accesible para todas las personas y, a la vez, sostenible", ha apuntado
Para Fernández otro de las grandes ejes de la Ley de Sostenibilidad es el establecimiento de "un sistema de gobernanza y de planificación de las políticas de movilidad", que es "vinculante y va más allá de los periodos electorales", ha dicho.
En tercer lugar, la normativa "es también una ley de financiación del transporte público", ha añadido el secretario general de Movilidad Sostenible del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. "Cuando hablamos de movilidad para todos el transporte público es el único que garantiza la universalidad de la movilidad".
"La Ley de Movilidad Sostenible menciona las zonas de bajas emisiones pero no establece diferencias con la Ley de Cambio Climático", ha puntualizado. "Además, utiliza la herramienta de planes de transporte al trabajo, al que que muchas empresas ya lo estaban haciendo".
Según Fernández, "es una caricatura pensar que la única alternativa al coche privado es la bici". "El coche privado cubre entre el 12-30% de la movilidad total dentro de las ciudades, la mayoría se hace a pie", ha apuntado.
"Además, nuestros ratios de transporte público son mucho más altos que ciudades que tomamos como referencia de sostenibilidad, como Ámsterdam o Copenhague.