La aviación anticipa una revolución del sector con la llegada de los grandes volúmenes de producción de biocombustible SAF. Así lo han asegurado responsables de toda la cadena de valor de la aviación en el V Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades de EL ESPAÑOL-Invertia.
"Nuestras operaciones son cada vez más eficientes pero la verdadera transformación se producirá cuando consigamos implementar enormemente estos combustibles", ha anticipado Teresa Parejo, directora de Sostenibilidad de Iberia. "Toda la flota de Iberia actual está lista para usar estos biocombustibles, la limitación de porcentaje de uso se encuentra actualmente en la normativa", ha añadido.
Repsol ya ha dado los primeros pasos en este sentido. Ha comenzado de la producción a gran escala de combustibles renovables en sus instalaciones de Cartagena. Esta planta pionera tendrá una capacidad de producción de 250.000 toneladas al año. "Sólo esta instalación va a ser capaz de atender a toda la demanda de SAF en los próximos cinco años" ha asegurado Curro Lucas Ochoa, gerente senior de Aviación Sostenible de Repsol.
Según Ana Salazar, directora de Sostenibilidad de Aena, "el SAF no sólo es compatible con el avión, sino también con los sistemas de transporte y contabilización de combustible". "Para este 2030 queremos reducir 70% emisiones propias, un 9% superior a lo que estaba previsto", ha afirmado.
Aproximadamente un 2% de las emisiones de CO2 corresponden al transporte aéreo. "La importancia del sector desde punto de vista turismo y aportación al PIB es absoluta", ha recordado el directivo de Repsol, quién ha defendido que en sector aéreo se ha tomado muy en serio la transformación sostenible".
La responsable de Iberia ha señalado que uno de los puntos clave de la hoja de ruta de la compañía es la renovación de la flota. "Cada vez es más eficiente. De hecho, cada nuevo modelo de avión es entre un 15 y un 35% menos contaminante que el anterior".
Por su parte, el plan climático de Aena pasa primero por reducir sus emisiones propias mediante la instalación de plantas de energía renovables, la electrificación de vehículos propios o la progresiva sustitución de los combustibles fósiles.
En lo que al incremento de precios para el consumidor se refiere, los expertos han reconocido que la implementación de estas nuevas tecnologías impactará en el precio de los billetes. Eso sí, "a medida que se aumente la producción, en este caso, de SAF los costes podrán reducirse".