La digitalización de la sanidad supone uno de los pilares fundamentales sobre el que se asienta el correcto funcionamiento de todo el Sistema Nacional de Salud, institución común de todos los ciudadanos de España para su gestión diaria. De entre todas las herramientas y servicios destaca la historia clínica interoperable que permite a varias entidades compartir e intercambiar información médica relevante de los pacientes, facilitando el acceso fácil, rápido y seguro.
Este ha sido uno de los temas tratados dentro de la quinta edición del Observatorio de la Sanidad organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, que inauguró ayer la ministra de Sanidad. Lo ha explicado Juan Fernando Muñoz, secretario general de Salud Digital, Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud, en su ponencia titulada La historia clínica interoperable del SNS en la estrategia de salud digital.
Comenzando su ponencia, Muñoz ha señalado que "los sistemas sanitarios afrontan unos retos de sostenibilidad y de cambios en los patrones de morbilidad y de reducción de personal sanitario disponible". A esto hay que añadirle la digitalización correspondiente de todos los ámbitos y "lo hacen en un entorno en el que cada vez hay más presión de los ciudadanos para atender esas necesidades".
Con el fin de unificar a todas las entidades nacionales e internacionales —como puede ser la OMS—, Muñoz ha indicado que el foco se puso en "comportarnos todos como un único sistema", cuyo desarrollo vino propiciado por la pandemia.
Además de la pandemia, también hubo "fondos de unos 1.000 millones de euros para la digitalización y la oportunidad que supuso la reglamentación europea". En cuanto a la estrategia, Muñoz ha indicado que se "sustenta en 6 grandes programas con más de 600 proyectos entre todas las Comunidades Autónomas".
Dos de esos programas más importantes, ha señalado el experto, es el Plan de Servicios Digitales del SNS y el Espacio de Datos de Salud. Dentro del uso primario, Muñoz indica que "hay que garantizar a las personas a acceder a todos sus datos, tanto privados como públicos". Donde los profesionales sanitarios adquieren las obligaciones necesarias para llevarlo a cabo.
Del mismo modo, "se crea una autoridad de seguridad digital con un nodo central que se conecta con el resto de nodos de los distintos países". Una tecnología que ya existe y que se encuentra en el Ministerio. "Impone una serie de cautelas a las historias clínicas", ha proseguido. "Debe tener unas categorías de datos, unas especificaciones comunes, una autodeclaración de conformidad y, finalmente, una autoridad de vigilancia".
En cuanto a lo que introduce estas nuevas tecnologías en cuanto al derecho de las personas, Juan Fernando Muñoz ha explicado que los ciudadanos ya pueden consultar sus datos de forma gratuita, conocer los accesos a sus datos y obtener copias de su historial.
Del mismo modo, se quiere introducir la función de añadir y transferir datos a otros proveedores sanitarios. El experto también ha hecho hincapié en la seguridad sobre los datos y la identificación de las personas que pueden y han accedido a ellos.
A nivel público, "acabamos de aprobar un Real Decreto en el Consejo de Ministros del 16 de septiembre de Tarjeta Sanitaria Virtual". Es decir, que la tarjeta ya es interoperable no sólo a nivel físico sino también virtual.
Muñoz también ha explicado que el eje de todo este despliegue tecnológico es el Nodo de Interoperabilidad del Sistema Nacional de Salud "al cual se conectan todos los servicios que deben dar, incluidas todas las comunidades autónomas y a nivel europeo". En cuanto a los servicios de Historia Clínica Digital, ha habido 900.000 accesos por parte de los ciudadanos, los cuales 500.000 fue a través de la carpeta ciudadana. Al mismo tiempo, número de acceso por parte de profesionales llegó a los 35.000.
"El sistema de Receta Electrónica es el mejor valorador por todos los ciudadanos", ha explicado. En 2023 hubo más de 2 millones de personas que lo utilizaron, pero "sólo en agosto de este año ha habido más de un millón". Por último, Juan Fernando Muñoz ha mencionado que "los datos son la material prima para que la inteligencia artificial nos permita obtener algoritmos que se convierten en productos y tecnologías sanitarias".