El 25% de la población española es mayor de 65 años. En 2050 llegará al 33%. Por eso el envejecimiento, que debe ser saludable es un reto país para España. Es, además, "multidimensional e intersectorial".

Son algunas de las conclusiones a las representantes de la industria farmacéutica, las finanzas y la investigación han llegado en una mesa redonda celebrada en el marco del V Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.

Faustino Blanco, director de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria de Asturias (FINBA) y ex secretario general de Sanidad, ha valorado que España sea líder en política sanitaria europea, pero ha advertido de que "no podemos morir de éxito" con un "gran reto por delante" como es el envejecimiento.

"Envejecimiento significa degeneración, enfermedad e incremento de la prevalencia de enfermedades conocidas y otras no tan conocidas. Es un reto sistémico, no es localizado en un ámbito", ha subrayado.

En ese mismo sentido, ha advertido de que "el sistema se está preparando, pero no los suficientemente para este reto. Debe ser un reto país multidimensional e intersectorial". Así, y tal y como ha explicado, el envejecimiento de la población "no sólo tiene una dimensión de salud", sino que implica otros ámbitos, como el social, la economía o la integración de colectivos en riesgo de exclusión.

Blanco cree que "tenemos que hacer ese pensamiento y desarrollarlo con iniciativas que ataquen todos esos retos que tenemos que son intersectoriales". A pesar de ello, el director de FINBA ha querido lanzar "un mensaje de optimismo prudente".

"Seguro que la sociedad tiene capacidad de innovar y de afrontar este reto desde un punto de vista global" y "en varias dimensiones".

11. Retos del envejecimiento saludable

Para ello, "tenemos una herramienta que utilizan los grandes investigadores que es los datos", tanto desde el punto de vista primario como desde el secundario, ha considerado. Así, el big data o la inteligencia artificial "nos permitirá ser proactivos y adelantarnos a que el ciudadano deje de ser socialmente útil".

Más allá de los datos, Blanco también ha subrayado la importancia de otros componentes –en esa "multidimensionalidad"- como los relacionados con la salud mental, la demencia o la soledad, así como la "dimensión socioeconómica".

"El ciudadano mayor tiene que tener sensación de seguridad. Tendremos que plantearnos el sistema de pensiones, preparar al ciudadano para que las tecnologías no le sean hostiles, y hacer comprender al conjunto de la sociedad que es la realidad y que debe haber aceptabilidad de esa realidad", ha considerado.

Joaquín de los Reyes, director del Programa Generación Senior de Mapfre España también ha puesto el foco en la vertiente socioeconómica. "No nos hemos preparado ni a nivel social, de las administraciones y de las empresas. Ahora nos toca corres a todos", ha apuntado.

Según De los Reyes, "tenemos muchos años por delante por vivir, y afortunadamente con una mejor calidad de vida". Para afrontar esos años sin problemas económicos se debería "inculcar a nuestros pequeños al hábito del ahorro y la previsión", porque "si no nos acostumbramos cuando tenemos 20, 25 o 30 años, difícilmente se convertirá en un hábito".

En su intervención, De los Reyes también ha puesto en relieve el cambio en la estructura social. "Nuestros abuelos vivían rodeados de hijos y nietos", ha apuntado. Asimismo, y en relación con lo anterior, también ha destacado el miedo a la soledad no deseada.

Los mayores desearían "gozar de autonomía para poder realizar tareas cotidianas como levantarse, ir a l baño o hacer la compra. Cuando no podemos realizar de alguna de ellas y carecemos de autonomía necesitamos a alguien o a alguna compañía".

En ese sentido, ha afirmado todos los sectores tienen a la generación senior en su punto de mira "como una oportunidad", lo que cree que es "motivo de aplauso". "Es una oportunidad para muchas empresas", no sólo en el sentido de sus negocios, sino también cumpliendo "un objetivo con la sociedad".

Francisco José Pajuelo Fernández, vicepresidente de Clinical, Medical y Regulatory de Novo Nordisk España, ha puesto el foco en unos de los retos que implica el envejecimiento de la población, y que "tiene muchas ramificaciones", como es el de las enfermedades crónicas en los pacientes ancianos.

"Enfermedades cardiovasculares, diabetes o alzhéimer son más prevalentes a medida que aumenta la edad", ha indicado. Y no sólo es "la enfermedad en sí, sino otros factores que arrastra".

Según ha subrayado Pajuelo, las enfermedades crónicas son responsables de tres cuartas partes de las muertes a nivel mundial. Y, en su opinión, "la mejor forma de abordar estas enfermedades es que no aparezcan", para lo que hay que "trabajar en todo lo que sea prevención, políticas de educación y hábitos saludables".

Además, existe otra dimensión que es la de "mejorar los tratamientos y hacerlos más accesible a los pacientes" para  que así mejore su calidad de vida. "Las personas que reciben insulina para el tratamiento de la diabetes debe recibir unas 35 inyecciones semanales", ha puesto como ejemplo.

Novo Nordisk trabaja para deducir esas inyecciones a una, "una mejora que favorece el cumplimiento de la adherencia y mejora la calidad de vida".

Por ahora se encuentra en "las últimas fases de investigación" y esperan trasladar todos los estudios a las autoridades sanitarias en, aproximadamente, dos años. "Si sumas las conversaciones con las autoridades, probablemente lo veamos en la próxima década", ha afirmado.