El consejero de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha incidido en la necesidad de dotar de "una mayor financiación" al actual sistema de salud durante su intervención en el V Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia
El que hoy por hoy es el consejero de Sanidad más longevo del país -en pocos meses cumplirá una década en el cargo- ha remarcado la necesidad de adaptar el actual sistema a la realidad que se vive.
"No podemos financiar todo como se hace ahora. Es muy importante, además de tener en cuenta el número de tarjetas, otras muchas circunstancias como la cronicidad, el envejecimiento de la población o la demografía", ha asegurado Fernández Sanz.
En este sentido, ha recordado que una comunidad como Castilla-La Mancha está obligada a "tener más recursos disponibles por número de habitantes que otros territorios", en alusión a la dispersión demográfica.
Dentro de esos cambios que echa en falta, también ha añadido la necesidad de "dirigir medios no sólo a la parte de tratamiento y cuidado, sino a la educación para salud", por lo que se ha mostrado partidario de aumentar sanitario en un punto más del PIB.
Jesús Fernández Sanz ha desgranado que su Consejería manera un presupuesto de 4.000 millones de euros, de los que la mitad van a parar a las nóminas de los trabajadores, 1.000 al gasto farmacéutico y los otros 1.000 a inversiones.
En ese capítulo de mayor gasto, el de recursos humanos, ha incidido en la importancia de tejer una buena planificación a nivel nacional que evite situaciones de carencia o exceso de personal en determinadas especialidades.
Como ejemplo, ha citado las consecuencias que actualmente vive la atención primaria por la decisión de dotar a los centros de salud de pediatras: "Cuando alguien decidió eso, también tendría que haber planificado una formación en pediatría mayor de la que había. No fue así y ahora mismo el 60 % de las plazas de pediatra en atención primaria está cubierta por médicos de familia".
Sobre la formación de los futuros profesionales médicos, que como ha recordado dura entre 10 y 11 años de media, ha resaltado el crecimiento que ha experimentado Castilla-La Mancha desde los 192 especialistas que hubo en 2015, año en el que accedió a su cargo, a los 507 de la actualidad.
De ellos, ha explicado que el pasado año "nos quedamos con el 78 % de los egresados en la región", un porcentaje que esperan elevar "al 80 % este año". El instrumento que utiliza el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) para lograr este objetivo es un plan de retención de talento que ofrece una serie de incentivos como tres años de contrato en todas las especialidades o pagar las guardias más caras de todo el país junto a Murcia.
"Al final tenemos que ser atractivos porque es más difícil retener el talento cuando están rodeado por Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía", ha admitido.
Atención primaria
Respecto a la atención primaria, Jesús Fernández Sanz, ha reconocido que la Covid obligó a un cambio de modelo sobre el que "vamos caminando más despacio". No obstante, ha querido remarcar el criterio que en su día tomó la administración castellano-manchega de limitar las tajetas sanitarias a 1.750 por médico y enfermera y 1.250 por pediatra.
A ello, ha sumado el hecho de que Castilla-La Mancha sea, tras Castilla y León, la segunda comunidad que más puntos de urgencia en atención primaria mantiene abiertos, 204, con equipos en los que al menos hay un médico y una enfermera que cuando no están de guardia se utilizan como refuerzo en los puntos de atención.
Por último, el consejero ha recordado que el próximo lunes, 7 de octubre, el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo cumplirá 50 años.
Sobre esta efeméride, ha subrayado que "al contrario de lo que mucha gente piensa, el mayor número de ingresos por lesiones medulares se deben a accidentes domésticos, seguidos de accidentes de tráfico y enfermedades de otro tipo, sobre todo neurológicas, y en tercer lugar las zambullidas en el agua".
"El mejor regalo que podemos hacer a este centro, referencia mundial en el tratamiento de lesiones medulares, es que haya menos ingresos y que la gente se conciencie de que es mejor tirarse con cabeza que de cabeza, que es mejor no beber alcohol para conducir que beber aunque sea una gota y que si cuidamos nuestro sistema de salud también nos cuidaremos a nosotros mismos y habrá menos enfermedades de tipo neurológico", ha zanjado.