La salud de la mujer ha sido protagonista de la tercera jornada del V Simposio del Observatorio de la Sanidad organizado por EL ESPAÑOL e Invertia  en una mesa redonda en la que han participado dos miembros del sector sanitario privado: Santiago Palacios, director de la Cátedra de Climaterio y Menopausia de la Fundación HM Hospitales; y Lourdes Fernández de Bobadilla Olazábal, coordinadora de la Unidad de Patología de la Mama del Hospital HLA Universitario Moncloa.

Ambos han coincidido en que, más allá del cáncer de mama, hay un gran número de enfermedades que afectan en mayor medida a la mujer. La patología tiroideas o la artritis son algunos de los ejemplos que han mencionado. Sin embargo, también convienen que es la que menos se cuida pese a ser "la coordinadora de salud de la casa".

"He visto pacientes que por trabajo o porque su hijo estaba de viaje han decidido retrasar una operación", ha apuntado Fernández de Bobadilla Olazábal, quien también ha opinado que las mujeres suelen ir menos al médico, debido tal vez a la forma de ser o a cómo llevan su día a día.

18. Conversación a dos. Salud de la mujer

Esto hace que haya mujeres, aun siendo jóvenes e incluso perteneciendo al ámbito sanitario, padezcan enfermedades que puedan deberse a la falta de cuidado: "Muchas veces es por la dejadez. Y siempre se habla de prevención del cáncer, pero en consulta también falta tiempo para intentar hablar de esferas emocionales que en ocasiones pueden traducirse en una enfermedad de base".

Palacios, por su parte, ha recordado que en el año 2000 la Unión Europea organizó un encuentro con especialistas para acordar qué debía hacer un médico cuando veía a una mujer mayor de 50 años. Además de los cuatro grupos acordados (riesgo cardiovascular, cánceres, enfermedades osteoarticulares y del sistema nervioso central), se les olvidó un quinto, el de la calidad de vida: "Es cierto que siempre han vivido más años que los hombres. Pero lo han hecho con una peor calidad de vida".

Otra de las cuestiones que ha surgido en esta conversación ha sido la de la menopausia. Fernández de Bobadilla Olazábal se ha mostrado más optimista en esta ocasión, considerando que las nuevas generaciones han normalizado "mucho más" la menopausia. Aun así, hay algunos efectos secundarios que todavía no son capaces de transmitir al médico. Por ello una labor importante de este último es que se lo comunique y no piense que "es lo que toca".

El director de la Cátedra de Climaterio y Menopausia de la Fundación HM Hospitales también ha querido destacar el concepto "efecto dominó". Esto es, cuando una mujer sufre sofocos que le impiden dormir por la noche, puede que rinda peor al día siguiente o que muestre más emociones negativas. Son pequeños síntomas que, como apuntan a Palacios, deberían tomarse más en serio porque tienen consecuencias en el futuro.

Al igual que Fernández de Bobadilla Olazábal, cree que el médico ha de saber comunicar mejor los nuevos conceptos que se han ido conociendo: "Cuántos nos cuesta a los médicos transmitir que hay novedades y que han cambiado las cosas". Entiende también que es "un momento apasionante", tanto para el facultativo como para la mujer.