El mercado laboral de los odontólogos en España está saturado y la razón se encuentra en el alto número de profesionales sanitarios que estamos formando para este trabajo. "Ahora mismo en España hay 13 universidades públicas y 14 privadas que forman a más de 2.700 dentistas todos los años. Lo que se encuentran al salir es que no encuentran trabajo o tienen una gran precariedad", ha explicado Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España en la tercera jornada del V Simposio del Observatorio de la Sanidad de El Español e Invertia.

En palabras de Castro, esto lleva a los nuevos dentistas a la desesperación y también a la emigración. El Consejo de Dentistas emite certificados de buena conducta que permiten a los odontólogos trabajar en el extranjero y gracias a ellos han observado que en 2023 se dieron más de 1.000. "Es decir, que más de un tercio de los nuevos odontólogos se están yendo a trabajar al extranjero porque aquí no encuentran trabajo. Pero tengamos en cuenta que todo mercado, primero en nacional y luego el internacional, se termina saturando", avisa Castro.

Los sueldos también son un motivo de preocupación en esta profesión, si el concepto de mileurista solía ser anteriormente peyorativo, Castro asegura que ahora "los odontólogos se tienen que sentir satisfechos si son mileuristas. Están en muchos casos entre los 600 y 700 euros y son personas a las que les ha costado mucho llegar a donde están. Odontología y Medicina tienen unas de las notas más altas en la EVAU, lo que es la antigua Selectividad", ha señalado. "En su momento, esta fue una profesión boyante". 

De hecho, sostiene que la clásica aspiración a abrir una consulta propia ha llevado a muchos odontólogos a seguir viviendo con sus padres a los 40 años. ¿Qué ha pasado para que la profesión se haya precarizado tanto? "Antes teníamos que estudiar Medicina y dos años de especialidad en Estomatología y en los 80 había un gran embudo. Salían 4.000 plazas y optábamos 40.000, la gran mayoría no sacábamos plaza. De aquellos polvos, estos lodos. No hubo una buena planificación sanitaria", ha explicado Castro.

El experto se refiere a que en los siguientes años se ha producido un gran aumento del número de universidades privadas que ofertan este grado y que, como consecuencia, ha dado lugar a un auge en el número de dentistas en España. "Por darles otro dato, hay menos de 1.200 dentistas trabajando en la salud pública. Los políticos de nuestro país no han hecho las planificaciones adecuadas y dejan en manos de las comunidades autónomas la construcción de nuevas universidades", ha apuntado el experto.

"Si no cuentas lo que va entrar y lo que va a salir, al final tienes una plétora de profesionales sin opción a nada. Sí, abrir una universidad aumenta el número de alquileres, más gasto en ocio y en supermercados, pero luego lo tienen muy difícil para incorporarse a la vida laboral", ha resumido Castro. En cuanto al intrusismo laboral, Castro ha celebrado que ha ido desapareciendo con los años, pero advierte que la legislación debe entrar en este campo y poner penas que eviten que se siga cometiendo el delito. 

España es el único país de Europa que no cuenta con especialidades de Odontología y esto, según Castro, "nos deja en muy mal lugar". Los españoles sólo pueden acreditar en el extranjero el título de Odontología general y esto merma sus posibilidades, precisamente, en un momento en el que cada vez emigran más dentistas. "Si en Europa existen estas especialidades es un agravio para los profesionales españoles. Además, con ellas mejoraría todavía más la calidad asistencial al paciente", ha señalado.

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La organización de Castro también está luchando por la realización de una ley de publicidad sanitaria que, según explica, quedó paralizada por "las luchas intestinas de los partidos políticos en las cámaras legislativas". Sin embargo, explica que sí que existe la intención de llevar a cabo este texto. Castro ha terminado su intervención con una nota positiva: "Los dentistas españoles están muy bien formados y en Europa se pelean por ellos. Los pacientes españoles están en muy buenas manos".