Los profesionales sanitarios tienen que adaptarse a la llegada de las nuevas tecnologías y el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el sector. Así lo piensa Santiago de Torres, presidente ejecutivo de Atrys Health, para quien la persona que no cambie su forma de trabajo "se quedará fuera del sistema, porque cada vez es más exigente y riguroso".
Unas palabras que ha hecho en el V Simposio del Observatorio de la Sanidad, en donde ha destacado que actualmente la IA ya está ayudando a hacer diagnósticos más precisos y, a la vez, a hacer más eficiente la atención a los pacientes.
"Nosotros de cada 100 electrocardiogramas ya sólo analizamos ocho; aquellos que nos dice la IA que tienen alguna irregularidad", ha explicado. No son diagnósticos, simplemente triajes que indican si una prueba está bien o mal y dejando el análisis de las mismas a los médicos.
"El médico debe dedicarse a la parte patológica", dice De Torres, para quien todavía queda mucho tiempo para que la IA generativa sea capaz de diagnosticar, ya que "los datos con los que trabaja todavía no son los adecuados" para obtener resultados fiables.
Sea como esa, el objetivo debe ser siempre el mismo: "mejor atención al paciente" y para ello es necesario optimizar las consultas. Máxime en un contexto de falta de profesionales en donde gracias a la tecnología un médico puede pasar de atender 8 pacientes a 16 ya que sólo tendrá que fijarse en aquellos aspectos que sean relevantes.
El responsable de Atrys Health cree que la tecnología puede ayudar también a mejorar la relación médico-paciente. "Existen programas que convierten las conversaciones en texto; ¿por qué un doctor tiene que estar todo el rato mirando a la pantalla para transcribir lo que le pregunta a su paciente?".
Con este tipo de ayudas se podría conseguir que "los enfermos no tengan la sensación de que su médico no tiene tiempo para atenderle".
Por otro lado, De Torres considera que es el momento de que los administradores sanitarios se centren en definir cómo será el sistema del futuro. "Todos dan por hecho que debe haber fórmulas de colaboración entre lo público y lo privado".
"Hay que aplicarla en cualquiera de sus formas, pero hay que dejarlo solucionado porque no son dos mundos que circulan en paralelo", ha sentenciado. A su juicio, se trata de sistemas complementarios que deben ofrecer una atención integral a los ciudadanos.