Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, ha explicado que la institución trabaja en "más de 40 programas de actuación" activos en todos los ámbitos de la acción social, que es la vertiente a la que, según ha reconocido, se siente "más afín".
"Al mismo tiempo que ayudamos a la investigación con la financiación, por ejemplo, de proyectos que buscan encontrar nuevos tratamientos para las enfermedades raras que afectan a la infancia, ayudamos a familias y niños con estas dolencias sufragando programas de rehabilitación o la compra de material sanitario", ha afirmado durante la tercera edición del Observatorio de los ODS organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Enclave ODS.
Una suerte de sistema de "vasos comunicantes" en el que se basa el trabajo de la Fundación Mutua, según ha explicado el directivo.
De todas las iniciativas que apoya la Fundación, Cooklin ha reconocido que, si tuviera que elegir dos ámbitos, escogería la lucha contra la violencia de género y el apoyo a las mujeres víctimas de maltrato y a sus hijos (línea de acción impulsada por Ignacio Garralda, presidente del Grupo Mutua y de su fundación) y la lucha contra el acoso escolar, que tiene una fuerte implicación en la salud mental de los menores, según el director general de la Fundación Mutua.
"Dedicamos importantes recursos y esfuerzos a luchar contra estas lacras y nos gusta hacerlo con importantes aliados como la Guarida Civil, la Policía Nacional, Atresmedia o la Fundación Anar", ha explicado a este respecto.
Plan estratégico
Cooklin ha recordado que el Grupo Mutua puso en marcha su primer plan estratégico de sostenibilidad en 2022 con el horizonte puesto en 2026, pero que es un plan "vivo", susceptible de actualización y mejora constantes, ya que "pocas cosas están escritas en roca".
Hasta entonces, el concepto en el que trabajaban en Mutua era el de la responsabilidad social, pero en todos sus ejes: buen gobierno, respecto por el medio ambiente, preocupación por el desarrollo personal y profesional del empleado, excelencia en el servicio… y, por supuesto, la acción social en apoyo de colectivos desfavorecidos.
Ya sea en el ámbito de la RSC como ahora dentro del Plan de Sostenibilidad, este trabajo lo hacen desde la Fundación no sólo con esfuerzo y recursos, sino también sensibilidad hacia lo que realmente importa.
Y es que, en opinión del también subdirector general de Comunicación, Relaciones Institucionales, Sostenibilidad y RSC del Grupo Mutua, "es muy importante ponerle corazón a las cosas que haces. Es una condición imprescindible para el éxito".
Apoyo de la dirección
A la hora de contar con una fundación corporativa, Cooklin ha señalado que hay dos ingredientes clave para que realmente sea operativa y tenga impacto: el apoyo de la alta dirección de la compañía y que tenga suficientes recursos a su alcance.
"Lo más importante es tener un primer ejecutivo del grupo empresarial que la apoya, que realmente se crea que la compañía y la fundación corporativa deben contribuir a la mejora social más allá de mantener empleo, dar un buen servicio a los clientes y pagar los impuestos correspondientes. Debe impulsarla y compartir esta creencia con toda la organización y nosotros tenemos mucha suerte con el hecho de que nuestro presidente, Ignacio Garralda, es su primer y gran apoyo", ha añadido.