Ángel Gabilondo, Defensor del Pueblo, ha definido los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como una relectura de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la que se añaden "unas metas específicas y un marco temporal" que se inspiran en los valores de la Ilustración. No son, en ningún caso, "planes quincenales o un programa orientado a determinados postulados progresistas".
Así lo ha afirmado Gabilondo durante su intervención en la tercera edición del Observatorio de los ODS organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y ENCLAVE ODS. El expolítico, encargado de clausurar este foro, ha cargado contra los "negacionistas y los vituperadores" de los ODS, ya que están rechazando los valores del pensamiento, de la experiencia, del saber, de la ciencia, "muy presentes en la concepción de los ODS", ha recordado.
"Aún nos provoca perplejidad el entusiasmo con el que no pocos asumían la arbitrariedad del poder absoluto o la injusticia de la represión, hasta la Inquisición, frente a la igualdad de derechos, la separación de poderes y la libertad de expresión", ha destacado Gabilondo, doctor en Filosofía.
Por eso, "la pretension de atemporalidad de derechos humanos no impide su actualizacion y la necesidad de repensarlos".
Pese a los ODS, Gabilondo ha pedido "humildad" para "reconocer que la pobreza no desaparecerá en 2030", pero esa afirmación "no debe paralizarnos", porque "el fin no es el final". Tras esa fecha, ha previsto, "se intensificarán los horizontes que atisbamos con interés e incertidumbre", en un nuevo contexto en el que "nos sentimos desbordados" debido a la aparición de la Inteligencia Artificial, las nuevas energías, los nuevos alimentos o la sobrepoblación, ha enumerado.
Modestia y humildad
Además de humildad, el Defensor del Pueblo también ha hecho un llamamiento a la modestia porque, aunque "la humanidad ha logrado grandes éxito, algo que alimenta la ambición de los ODS, nunca se habían planteado como ahora de forma universal". Y mantener esa aspiración es "un éxito", ha celebrado.
Dado ese carácter global, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es consciente de que la agenda que ha puesto en marcha "está en peligro". ¿Las razones? Las crisis sanitarias, los conflictos mundiales, las guerras y sus nuevas modalidades, ha mencionado Gabliondo. Pero eso "no quita mérito al gran esfuerzo" de la ONU de "devolver la dignidad al debate público", una meta que también se fija el Defensor del Pueblo en su día a día.