La actuación que más impacto tiene en la vida cotidiana es el cómo se come y como se interactúa con la comida. Como no podía ser de otro modo, el III Observatorio de los ODS de EL ESPAÑOL ha tenido una mesa dedicada al tema. Se abordó desde el lado de la gestión de desperdicios y el aprovechamiento hasta llegar al residuo cero. También el tema se abordó desde el punto de vista de salud y cómo cada vez el consumidor se preocupa más de tener una dieta más equilibrada.  

Hay muchas dietas, desde la famosa dieta mediterránea, que se dice la más sana. Tiene una base de vegetales, con sólo pequeñas cantidades de carne de res y pollo. Por otro lado es rica en comida de grano integral, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres. Estos son alimentos que en forma natural contengan cantidades altas de fibra.

También los últimos años han llegado otras dietas que se dicen sanas como la vegetariana, vegana o la que cada vez es más común, la 'flexetariana', que es la más común entre los más jóvenes. Comer un poco de todo sin exceso de nada, prestando especial atención a reducir las proteínas carnívoras y los productos procesados. Aun así, en temas de salud, los nutricionistas siempre recomiendan que la dieta sea equilibrada. 

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Ana Lorenzo, directora de asuntos públicos, ESG y comunicación del grupo IFA de supermercados, dijo que ellos intentan activamente reducir su impacto. "El 80% de nuestros clientes viene a pie, y creo que eso es un reflejo de nuestros objetivos", señaló Lorenzo. IFA, no es un grupo alimentario cualquiera, sino una agrupación de empresas que intentan hacer compras conjuntas para que al final sea en beneficio del usuario.  

Además, IFA trabaja en colaboración con empresas B-Corp. Un ejemplo presente en la mesa fue Danone que busca reducir su impacto desde hace más de 100 años. La empresa de lácteos es la compañía más grande que disfruta de esta exigente acreditación que busca, según su eslogan, "por un mundo mejor". 

Charo Saavedra responsable de sostenibilidad de Danone España explica como han conseguido ese sello, trabajando de cerca con los productores y combinando fuerzas y oportunidades de todos de forma transversal. 

Saavedra puso el ejemplo de ganaderías que forman sinergias con agricultores de naranjas que les dan las pulpas y las pieles para la alimentación de las reses. Así lo que para unos es residuos, para otros es materia prima. 

Otros proyectos que tienen especial importancia en conseguir una alimentación sana, es la reducción de desperdicios. Aunque hay muchas dietas saludables, hay puntos en común a todas ellas como la reducción de las porciones, comer más productos frescos y llegar al desperdicio cero.

Por su parte, Francisco Greciano director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) habla de que un modo efectivo de reducir el desperdicio es donándolos. Ellos trabajan con 54 bancos, uno por provincia. Según él, en 2023 repartieron 138.000 toneladas de alimentos entre 1.2 millones de personas, con especial atención a frutas y verduras. 

Los bancos de alimentos ayudan a gente vulnerable en todo el país. Los elementos que ahí son excedentes de los lineales de los supermercados que de otro modo acabarían en la basura. Con tanta comida sobrante, los bancos de alimentos pueden incluso adaptarse, un poco, a lo que necesite el usuario, según Greciano.