José Bogas, consejero delegado de Endesa, ha señalado que la recuperación de la Comisión Nacional de la Energía es positiva siempre y cuando no se convierta en "veneno", como en su opinión pretenden algunas voces.
"Habrá que ver cómo funciona, pero que tengamos una institución focalizada y con recursos en el sector energético tiene que ser una cosa buena", ha apuntado durante su intervención en el IV Foro Económico Español Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores en colaboración con EMT de Madrid, EY, Microsoft, Oesia y Oracle.
Eso sí, en su opinión tiene que haber "un cambio sustancial" en esa nueva Comisión Nacional de la Energía. "Tiene que seguir los objetivos de minimizar la tarifa, que la energía sea lo más competitiva para el cliente", ha apuntado.
"Ahora bien", ha dicho, "si esa medicina se convierte en veneno, como está ocurriendo, puedes bajar la tarifa todo lo que quieras, pero bajas el servicio que estás dando".
Y es que, en su opinión, esta nueva institución "debe incentivar la transición energética", porque "sin esto no sería algo positivo".
El impuesto, un "error estratégico"
Por otra parte, Bogas ha señalado que prolongar el impuesto extraordinario a las energéticas y convertirlo en permanente es "un error estratégico y de país tremendo y debería corregirse".
Para el directivo, el hecho de que una compañía como Endesa tenga que desembolsar unos 200 millones de euros al año para pagar este gravamen "tiene muchísimas consecuencias en el futuro", pues "es un problema para las inversiones".
En todo caso, para Bogas este tributo se creó "para una circunstancia extraordinaria" y suponía "una contribución solidaria" por parte de las empresas energéticas. Es por eso que "no tiene ningún sentido" mantenerlo cuando esa situación ya ha pasado. Ahora bien, ha reconocido que "el Gobierno quiere transformar ese impuesto en algo incentivador", lo cual podría positivo.
No sin recordar que para él se trata de "un impuesto discriminatorio", que "no está en Europa" y que afecta a los ingresos en lugar de a los beneficios. "Endesa contribuye con 3.800 millones de euros en impuestos cada año", de los que 2.200 millones de euros son directos y los otros 1.600 millones, indirectos. "Es un freno tremendo a la inversión que no tiene ningún sentido", ha añadido.
El cierre de las nucleares
Bogas también ha hecho referencia al calendario de cierre de los reactores nucleares que el Gobierno tiene en marcha y que llevará a cabo entre 2027 y 2035, en tendencia contraria a Europa, donde se está relanzando este tipo de energía.
"Me gusta decir que soy intelectualmente partidario de alargar la vida de las nucleares. Pero cumpliremos lo que hoy esta pactado", ha dicho.
En todo caso, ha propuesto reflexionar sobre que "el 24% de la energía que se consume en España viene de una nuclear". Esto quiere decir que "una de cada cuatro veces que encendemos el interruptor es la nuclear la que lo está encendiendo".
Para Bogas, la nuclear "es una energía que da estabilidad al sistema, que evita la utilización de combustibles fósiles" y eso "es algo que a nivel español es muy relevante".
De todas formas, cree que los reactores de Almaraz, "porque no hay tiempo para modificar nada", tienen "muy asegurado un cierre temprano". "El resto está pactado y así será si no hay cambios", ha dicho.
Además, ha ejemplificado que en Cataluña el 59% de la energía que se consume la producen las centrales nucleares que hay en la comunidad. Es por eso que "es un problema también cerrar las centrales nucleares".
Retribución de las redes
Por otra parte, Bogas se ha referido al hecho de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene que hacer la propuesta sobre la tasa de retribución de las redes eléctricas y a los plazos para ello.
El CEO de Endesa ha apuntado que se está viendo "la incapacidad de la red de distribución para absorber la demanda" de los clientes, fundamentalmente de los centros de procesos de datos.
En este escenario, la rentabilidad de las inversiones en distribución es del 4,5% después de impuestos, algo que "no tiene absolutamente ningún sentido" con una inflación del 3%.
Es por eso que para Bogas "lo que no puede ser" es que se diga que hasta finales de 2025 no se conocerá la retribución que se recibirá para el periodo 2026-2031.
"Lo que no puede ser es que se diga, como el próximo periodo regulatorio es 2026-2031, pero las inversiones de hoy me las pagarán en 2026, a finales de 2025 ya se conocerá cuál es la retribución que vais a recibir. Te dan ganas de decir: 'Pues a finales de 2025 ya sabrás qué es lo que voy a invertir en el futuro'", ha ironizado.