Las tensiones geopolíticas no han desaparecido y el ataque de Irán a Israel este fin de semana los demuestra; los mercados ya están descontando escenarios. "No hemos escapado de la volatilidad de los precios que propician los movimientos geopolíticos, pero ahora estamos más preparados, con unos niveles de almacenamiento de gas altos que se han podido conseguir con precios más bajos".
Así lo ha explicado Francisco Reynés, presidente de Naturgy, durante su intervención en la primera jornada de la IV edición de Wake Up Spain!, el foro económico organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores y patrocinado por EMT Madrid, EY, Microsoft, Oesía y Oracle.
Según el presidente de la gasista, las energéticas tienen "una gran responsabilidad con el país a la hora de asegurar su suministro de energía", ha señalado Reynés. "Otra de nuestras grandes misiones es alcanzar en la descarbonización", ha continuado. Según Reynés, hay mucho recorrido por parte compañías que trabajan combustibles fósiles, pero la apuesta de Naturgy por el biogás y biometano es clara.
"No hay duda que el hidrógeno es el combustible del futuro por su disponibilidad como recurso, pero el proceso de electrólisis, necesario para su producción, requiere de una enorme cantidad de energía renovable anexada", ha explicado. "Esto llevará un tiempo. Por eso, el biometano puede ayudar a transicionar desde la actualidad hasta la plena incorporación del hidrógeno", ha defendido.
En este sentido, el presidente de la compañía energética quiso destacar la necesidad de que la transición, "que obviamente tiene un coste", tenga "un marco estable para que las grandes inversiones sean recuperables", ha apuntado.
Cuando se diseñaron las redes de distribución eléctrica en España la disposición geográfica de la demanda eléctrica era muy distinta a la que existe hoy en día. El crecimiento renovable previsto para los próximos años y las necesidades eléctricas de grandes industrias y centros de datos requieren una enorme inversión en redes.
Por este motivo, Naturgy reclama "aumentar la capacidad de invertir en estas infraestructuras y proveer de esa capacidad a la enorme demanda que ya existe", ha apuntado el presidente de la compañía.
En el caso de la red de distribución (principalmente con Naturgy, Iberdrola y Endesa), las empresas son las encargadas de desarrollar las redes, aunque tienen establecido un tope anual a la inversión. Ese límite máximo de inversión es del 0,13% del PIB para la distribución.
"La inteligencia artificial (AI) ya está presente en todas las grandes compañías y nos permiten la optimización de nuestros procesos", ha explicado el presidente de Naturgy. "Pero la IA requiere de centros de procesos de datos, que a su vez necesitan grandes cantidades de energía para poder funcionar, y aquí existe un gran cuello de botella para acceder a la red", ha alertado.