Más allá de las discusiones públicas que hay en el sector sanitario sobre las políticas a aplicar, la colaboración público-privada es de las pocas que generan consenso. Una visión que comparte la ministra Mónica García, que llama a tener sinergias entre lo público y lo privado, al menos en el ámbito de la industria farmacéutica.
De hecho, para García, anestesista de formación, se trata de un fenómeno muy parecido al que genera la toma de determinados medicamentos. "Está el paracetamol por un lado y, por el otro, está el ibuprofeno. Lo puedes tomar separado. Si los tomas juntos cada cuatro horas, tienen un efecto sinérgico. Hay políticas públicas y privadas que también tienen este efecto".
En este sentido, García defendió durante su participación en Wake Up, Spain! que "la intervención pública puede ser altamente competitiva y generar sinergias [con el sector privado] que nos ayuden a todos a tener un país más próspero y desarrollado".
La ministra se refirió de esta manera a la "estrategia puntera para la industria farmacéutica" que está terminando de desarrollar el Gobierno y se conocerá en unos "meses". Se trata de una colaboración entre empresas y Gobierno, que abordará la transición digital y medioambiental, y garantizará "la accesibilidad y sostenibilidad de nuestro sistema de salud".
En la iniciativa también colaboran otros ministerios (como el de Industria) y tiene como objetivo "atraer a la industria farmacéutica para que junto con el sector público podamos hacer un win-win" para la "sociedad en su conjunto".
En cualquier caso, estas valoraciones estuvieron circunscritas a la industria farmacéutica. García no entró en las cuestiones relacionadas con la gestión sanitaria pública y su posición sobre los conciertos sanitarios.
Raquel Yotti también se mostró a favor de la colaboración público-privada como factor clave para el desarrollo del sector sanitario. La comisionada del PERTE Salud de Vanguardia explicó que el sector sanitario es un "gran dinamizador de la economía española" y "un ámbito de oportunidad para el desarrollo tecnológico y la innovación".
En este sentido, Yotti recordó en su paso por Wake Up, Spain!, el foro económico organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores en colaboración con EMT de Madrid, EY, Microsoft, Oesía y Oracle, que el PERTE que lidera "va más allá de lo sectorial para crear puestos de trabajo y riqueza".
Destacó la colaboración con asociaciones y entidades privadas como las patronales de la industria farmacéutica (Farmaindustria) y tecnología sanitaria (Fenin) para sumar fuerzas en la transformación de la sanidad como un eje de la innovación en nuestro país.
Además, "el PERTE incluye una línea transversal de formación", apuntó. "Necesitamos incorporar en el sistema sanitario nuevas profesiones, perfiles híbridos, pero también formación continuada de los profesionales sanitarios que ya están en el sistema".
"Estamos trabajando con los ministerios implicados, pero también con las patronales porque las necesidades no son solo del sistema sanitario sino también de las empresas", indicó. "Si sabemos dar respuesta a esta necesidad, fomentaremos la empleabilidad".
El sector público no es el único que defendió la colaboración público-privada durante la jornada dedicada a la sanidad en Wake Up, Spain! También lo hicieron las empresas. En este sentido, el presidente de HM Hospitales, Juan Abarca, analizó los datos de listas de espera de la sanidad pública que se han conocido recientemente. España tiene casi 850.000 pacientes esperando para operarse. Se trata de un nuevo récord.
"El Ministerio de Sanidad tiene razón, hay que buscar dónde están los problemas y tener los datos actualizados", dijo Abarca. A esto, sumó la necesidad de la colaboración público-privada para rebajar las listas. "Es la solución más pragmática de todas para ser rápidos en resolver esta situación".
De hecho, en palabras de Alberto de Rosa, presidente del Grupo Sanitario Ribera, sin la colaboración del sector privado con las Administraciones públicas, las listas de espera podrían haber superado el millón de pacientes.
Pero hay más fórmulas para rebajarlas y algunas se emplean ya en el sector de la sanidad privada. Es el caso de Sanitas. Su consejero delegado, Iñaki Peralta, explicó que su empresa está logrando una importante mejora de gestión gracias a la inteligencia artificial, que está siendo clave para reducir sus tiempos de espera.
Alianzas
Además de defender esa colaboración, las empresas del sector sanitario también se prestan para forjar alianzas con la Administración pública. Es el caso de Cofares y el papel que puede jugar la distribución farmacéutica en la reserva estratégica de productos sanitarios y medicamentos. "Los 46 almacenes con los que cuenta Cofares son un elemento sustancial para llevar a cabo esta idea", dijo el presidente de la cooperativa, Eduardo Pastor.
"Lo único que necesitamos es que desde la Administración nos digan la cantidad de medicamentos o moléculas que necesitamos para un periodo de necesidad", añadió Pastor.
Asimismo, el presidente de Cofares se mostró "muy satisfecho" con la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública. Pero avisó: "Crearla no es sólo un título. Hay que dotarla de recursos económicos y humanos y aprovechar la colaboración público-privada".
Como futura colaboración entre la sanidad privada y la pública se postula la historia clínica interoperable. La Fundación IDIS puso en marcha este proyecto en el ámbito privado el verano pasado.
Sobre ello habló, precisamente, Marta Villanueva, directora del IDIS. Se trata de "un visor de informes en el que el paciente del sector privado puede seleccionar las pruebas diagnosticas y compartirlo con el facultativo" correspondiente.
Cuenta con un doble consentimiento y se envía a través de un link temporal. "El facultativo lo descarga y lo puede sumar o añadir a la historia clínica", ha explicado.
Con todo, aunque ha habido conversaciones con el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, no hay indicios de que la sanidad pública se vaya a sumar a este proyecto. Al menos, por el momento.