"El PIB canario desciende el doble que la media nacional, y es una realidad que sufrimos los ayuntamientos, que somos las instituciones más cercanas a los ciudadanos". Así se expresaba esta mañana el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, en el Foro Económico Español Canarias tras la COVID-19 organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Diario de Avisos. Una afirmación que suscribía la regidora de Candelaria y presidenta de la Federación Canaria de Municipios (FECAM), María Concepción Brito, quien también destacaba que desde el Gobierno central se haya marcado "un hito con la suspensión parcial de la regla de gasto"; medida que "desde luego, ha sido un alivio para todos", dijo.
Aun así, la mandataria local del sur de la Isla manifestó la necesidad de que se produzca una "compensación del Estado" a los gastos a los que han tenido que hacer frente los consistorios con fondos propios para paliar los efectos de la pandemia, que cifró en 35 millones de euros en la Comunidad Autónoma. "Se han evidenciado problemas normativos" para dar respuesta a las demandas de la ciudadanía, indicó, al tiempo que apuntó a incógnitas en torno a "qué va a pasar con el personal público o la flexibilización de las administraciones". A su juicio, la solución pasa por aplicar un criterio de "cogobernanza".
Cuestionado por las ayudas a la reactivación económica, Bermúdez señaló que "ahora todo el mundo habla de ese maná que nos va a llegar de Europa, pero con la normativa que tenemos, para las administraciones locales es difícil gastar el dinero en el tiempo necesario". Es más, el alcalde capitalino relató el contenido de una reunión que mantenía con sus homólogos de otras ciudades españolas, como Madrid o Zaragoza, de la cual aseguró extraer la conclusión de que "estamos un poco a ciegas,
preparando programas en base a nuestros criterios, pero sin luz al final del túnel".
En este sentido, el alcalde hizo referencia a los proyectos que ha presentado el Ayuntamiento de Santa Cruz para acogerse a las distintas líneas de subvención provenientes de la Unión Europea: más de 200 iniciativas por un monto cercano a los 600 millones. No obstante, "a día de hoy" admitió que hay varias incertidumbres, desde qué propuestas recibirán luz verde hasta cuál será el margen de tiempo con el que contarán las instituciones para ejecutarlas.
Por su parte, María Concepción Brito afirmó que algunos elementos claves son la "planificación estratégica" y "el equilibrio de inversión en los municipios", y los pilares sobre los que haría falta incidir, "la sostenibilidad, la digitalización, la cohesión social, la igualdad y la juventud. Y reiteró que "es el momento de luchar para conseguir la transformación real" del territorio isleño, acometiendo acciones que posibiliten "que ese dinero no se quede como una quimera".
Finalmente, sobre los retos que encaran las localidades del Archipiélago en los próximos meses, Brito hizo hincapié en "nutrir y diversificar el tejido productivo y poner en valor la cogobernanza", aparte de que "las personas conozcan cuáles son las estrategias de desarrollo de nuestra Comunidad". Es decir, hacer pedagogía para que la filosofía de los fondos de la UE permee a pie de calle.
Mientras, Bermúdez puso el acento en "la simplificación normativa para facilitar la inversión privada y la pública", entendiendo que el marco actual está "absolutamente obsoleto" para "aprovechar la financiación europea". "Tenemos que diseñar el plan de reactivación de las ciudades para volver a la calle", concluyó.